Preocupación en Santorini al quedarse sin turistas

Por primera vez en muchos años, excluida la pandemia, la isla de Santorini en las Cícladas griegas, está viviendo una reducción significativa en el número de turistas. De hecho, la calle principal de Fira presenta en muchos momentos del día un aspecto tan pacífico que no se recordaba desde hace años (Santorini: quinta naviera que deja la isla por los terremotos).

Aparentemente, la primera razón de este declive está en una cadena de mini terremotos que tuvo lugar en el pasado invierno y que ha hecho que muchos potenciales clientes desistan de visitar el enclave.

En los últimos días se ha producido un repunte de visitantes, pero sigue por debajo de otros años. Yannis Paraschis, de la patronal turística, explica que “los asientos disponibles en los aviones han descendido un 26 por ciento, aunque recientemente parece que esa caída se reducirá, pero no como para repetir el año pasado”.

Santorini solía aportar el diez por ciento de todos los turistas que recibe Grecia, por lo que estas cifras son sensibles.

Los colectivos ambientalistas que el año pasado habían presionado para aplicar límites al número de visitantes, este año callan, dejando el protagonismo a los agentes del sector, que se quejan por lo contrario que lo hacían los primeros.

La respuesta de los empresarios del sector, como siempre, es bajar precios para recuperar clientes, lo que en todo caso podría permitir que el número de viajeros mejore, pero el impacto económico en la balanza de pagos griega parece difícil de paliar.