España de luto: Fallece trágicamente Mariano Pérez

Trágico suceso.

A veces, el fallecimiento de una figura pública no se siente solo en su entorno cercano, sino que deja un vacío que se expande a toda la comunidad. Hay personas que, sin buscar el foco, lo transforman todo con su presencia constante, su dedicación silenciosa y su firmeza ética. Y cuando se van, cuesta asumir que ya no estarán ahí, siempre disponibles, siempre comprometidas.

El fallecimiento de Mariano Pérez Bravo ha generado una oleada de pesar en Villaviciosa de Odón. Tenía 68 años y una trayectoria de décadas dedicadas a la política local y al activismo medioambiental. Quienes lo conocieron destacan no solo su labor, sino el talante con el que siempre actuó: calmado, respetuoso, pero firme en sus convicciones.

Compromiso sin pausa.

Durante más de una década, Mariano fue concejal y portavoz de Izquierda Unida en el municipio. Desde 1995 hasta 2007, ocupó su asiento en el pleno con una actitud dialogante y un empeño constante por defender causas sociales. Sus compañeros de formación le han definido como un hombre íntegro, agradeciendo su entrega a los sectores más vulnerables y su lucha por un entorno más justo y sostenible.

En los últimos años, su implicación se centró en Ecologistas en Acción, donde ejercía como uno de los coordinadores locales. La noticia de su muerte llevó a la organización a cancelar la mayoría de las actividades previstas para el Día del Medioambiente. Solo mantendrán una charla-coloquio, que abrirá con un minuto de silencio en su memoria.

El respeto no entiende de colores.

Desde el Ayuntamiento también se ha hecho eco del duelo. El alcalde, Juan Pedro Izquierdo, del Partido Popular, expresó sus condolencias públicas y recordó los años en los que compartieron sesiones plenarias. Subrayó el trato siempre cordial y educado de Mariano, más allá de las diferencias ideológicas, y destacó su profundo amor por el municipio.

En el próximo pleno, se propondrá rendirle homenaje con un minuto de silencio. Será un gesto simbólico pero necesario, que reconoce el valor de quienes dedican su vida al bien común. Porque, como han expresado muchos en estos días, Mariano no solo fue un político ni un activista: fue, ante todo, una buena persona.