Caos total en la aviación india por la acumulación de cancelaciones
Se puede decir que estos días volar en India es una aventura imposible, muy especialmente en el largo recorrido (Se estrella un avión de Air India que iba a Londres con 242 pasajeros). Las razones son numerosas. La primera es que muchos pilotos están cancelando vuelos con los aviones 787, la flota dominante en Air […]

Se puede decir que estos días volar en India es una aventura imposible, muy especialmente en el largo recorrido (Se estrella un avión de Air India que iba a Londres con 242 pasajeros).
Las razones son numerosas. La primera es que muchos pilotos están cancelando vuelos con los aviones 787, la flota dominante en Air India, ante la menor incidencia. Ayer se anularon seis: de Delhi a Dubái, de Delhi a Viena, de Delhi a París, de Mumbai a San Francisco, de Bangalore a Londres y de Londres a Amritsar. En ningún caso las razones eran graves, pero el miedo es grande. En estos casos las cancelaciones se debieron a pequeñas incidencias, habituales en un vuelo normal.
El vuelo de Ahmedabad a Gatwick, igual que el accidentado, fue cancelado por falta de aviones, porque Air India está inspeccionando su flota, lo que supone la retirada de las aeronaves durante unas horas.
A esto hay que sumar los problemas derivados de la guerra en Irán, que precisamente altera las rutas habituales de los aviones indios que ahora se desvían por espacio aéreo saudita, añadiendo tiempo a los vuelos y provocando retrasos en cadena.
Pero, además, la India y nadie más en la región, sigue sufriendo el problema de Pakistán, menos grave ahora porque si no se puede volar por Irán, tampoco tiene sentido sobrevolar Pakistán.