El poder de la palabra, la máscara y la espada
—Podemos hablar de que existen dos tipos de literatura: una primera, llamada “Alta Literatura”, y otra, que podríamos denominar “Literatura de Ocio”. Ambos tipos no son excluyentes; incluso, en las obras maestras, suelen ir de la mano. La Alta Literatura se refiere a obras que, además de ser entretenidas, son consideradas valiosas por su complejidad,... Leer más La entrada El poder de la palabra, la máscara y la espada aparece primero en Zenda.

Hace unos días, hablando sobre libros con un querido amigo, profesional del mundo de la literatura, me comentaba:
Con base en estos conceptos, puede afirmarse que la novela que hoy voy a reseñar, escrita por Rafael Sabatini a principios del siglo XX y titulada Scaramouche, es la más compleja de su extensa obra y la que mejor se adapta a la primera de estas definiciones.
Considero que estos calificativos también pueden aplicarse a los volúmenes publicados por la colección de libros de aventuras iniciada hace unos años por Zenda-Edhasa, donde se encuentran grandes clásicos de la novela histórica de aventuras que, en su mayoría, encajan en estas descripciones.
Scaramouche se desarrolla en el convulso escenario de la Francia de finales del siglo XVIII, en los tiempos previos y en los comienzos de la Revolución. La historia se inicia cuando un joven abogado bretón, André-Louis Moreau —agudo, irónico, escéptico de los ideales incendiarios que defiende su mejor amigo, Philippe de Vilmorin—, accede a acompañarlo en una visita a las autoridades. El motivo: denunciar el brutal asesinato de un siervo, abatido por uno de los guardabosques del marqués de La Tour d’Azyr. El crimen no fue un exceso aislado, sino un acto deliberado, ejecutado por orden directa del aristócrata, tras sorprender al siervo cazando en sus dominios.
La justicia, sin embargo, no está del lado de los débiles. Las palabras no bastan, y la denuncia se transforma en duelo: Philippe, armado apenas con su fervor y juventud, se enfrenta al marqués, espadachín consumado. Es un combate desigual, casi una ejecución con reglas. André presenciará, impotente, la farsa sangrienta en que se convierte aquel enfrentamiento, y al sostener el cuerpo inerte de su amigo, abatido más por la arrogancia del privilegio que por el filo de una espada, pronuncia su juramento con voz indignada y firme:
—Desde este día, seré la voz que lleve a todos los rincones las ideas revolucionarias de mi querido amigo Philippe.
Así comienzan las aventuras y desventuras de André-Louis, quien se ve proscrito por inflamar con su oratoria revolucionaria las ciudades de Rennes y Nantes. En su huida, encuentra refugio en una compañía ambulante de cómicos que interpreta las obras de la Commedia dell’arte italiana de la improvisación.
En la compañía del señor Binet, así se llama su propietario, y entre personajes como Pantalone, Climène, Léandre, Scaramouche, Rhodomont, Polichinela, Arlequín y otros más, encuentra auxilio. Por avatares del destino, se ve obligado a desempeñar diversos oficios hasta que termina interpretando al personaje central de Scaramouche.
Bajo la máscara del personaje, adapta su vida a las características de este: se convierte en un farsante, fanfarrón, cobarde, asustadizo, sinvergüenza y bribón. Un disfraz práctico y perfecto para ocultarse de sus enemigos.
Sin embargo, el destino, y su enemigo mortal, D’Azyr, le tiene preparado un revés que aprovechará para cambiar de rumbo y convertirse en un consumado maestro de esgrima. Esta nueva habilidad le permitirá ir pergeñando una estrategia para culminar su venganza contra el marqués de La Tour d’Azyr.
Pero los hados harán que se crucen en su camino líneas no previstas, que lo conducirán a iniciar una carrera política dentro del Tercer Estado. Como los caminos del Señor son inescrutables, descubrirá que una cosa es lo que uno desea y otra muy distinta lo que la vida le depara.
Uno tras otro, los giros narrativos diseñados por Sabatini son espectaculares y hacen que el lector disfrute intensamente de la novela.
Scaramouche es una joya literaria que combina acción, romance y reflexión política con maestría. Las descripciones minuciosas y exactas de los inicios de la Revolución Francesa tejen una trama rica en detalles de época.
Sabatini alcanza su primer gran éxito con una obra que entrelaza la búsqueda de justicia, la intriga, el amor, los atropellos y la venganza, enmarcados en aventuras que destacan por sus sólidos diálogos y una oratoria excepcional por parte del protagonista. La narración, cargada de detalles históricos, convierte Scaramouche en una experiencia inolvidable.
La emocionante trama construida por el autor posee un ritmo sosegado que permite al lector saborear la historia, quedando absorto desde la primera página por personajes complejos y cautivadores, y sumergido en una ambientación filosófica y realista de tiempos subversivos.
A lo largo de la novela, el autor no idealiza a André-Louis, a pesar de su asombrosa capacidad para improvisar discursos vibrantes, cuyos argumentos mantienen su vigencia y están cargados de valientes y realistas soflamas, alejadas de una visión romántica de la Revolución.
Sabatini logra crear un clásico que perdura en el tiempo, cuyas reflexiones siguen teniendo plena validez más de dos siglos después.
Pocas historias poseen un final tan apoteósico, en el que el autor pone en boca de sus personajes sentencias que conmueven y brindan un desenlace deslumbrante e impredecible. Incluso en medio de la tragedia, emerge una retórica capaz de emocionar al lector de forma indescriptible.
La novela destaca por el retrato de los distintos personajes creados por Sabatini, siendo especialmente notable cómo André-Louis encarna una actitud vital marcada por la honradez, la valentía y un profundo anhelo de justicia, a pesar de que el destino, a veces, lo convierta en un simple comediante.
A lo largo de mi vida he recomendado innumerables veces la lectura de Scaramouche, pues es uno de esos libros que dejó en mí una huella imborrable. Como decía al inicio, con la definición de “Alta Literatura”, esta obra me marcó y fue la que despertó mi pasión por la literatura ambientada en la Revolución Francesa: un cúmulo de obras que, siempre que releo, me devuelven la emoción que sentí por primera vez con Sabatini.
Que yo recuerde, ninguna novela histórica ha sabido entrelazar con tal maestría el fulgor de la palabra, oculta tras una máscara, con el filo implacable de una espada.
Para finalizar, solo me queda decir que Zenda-Edhasa lo ha vuelto a conseguir: ha realizado una reedición fiel, cuidada y actualizada de la novela de Sabatini. Una reedición que, estoy convencido, no defraudará a ningún lector.
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Autor: Rafael Sabatini. Título: Scaramouche. Traducción: Manuel Pereira Quintero. Editorial: Zenda-Edhasa. Venta: Todos tus libros.
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