Sherlock Holmes. La aventura del hombre que se arrastraba, de Artur Laperla

Reseñamos la adaptación del relato de Sherlock Holmes La aventura del hombre que se arrastraba realizada con primor por Artur Laperla.

Jun 20, 2025 - 21:20
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Sherlock Holmes. La aventura del hombre que se arrastraba, de Artur Laperla

Portada Sherlock Holmes. La aventura del hombre que se arrastraba, de Artur Laperla

Edición original: Sherlock Holmes. La aventura del hombre que se arrastraba (Bang, 2025)
Guion: Artur Laperla, adaptando un relato de Arthur Conan Doyle
Dibujo: Artur Laperla
Color: Artur Laperla
Formato y precio: Rústica. 80 páginas. 20€

Elemental, querido Laperla.

«Si mis deducciones son correctas tendremos la oportunidad de solucionar este asunto.»

En los últimos años de su ya extensa carrera Artur Laperla (Barcelona, 1975), seudónimo con el que firma sus cómics y trabajos de ilustración Artur Díaz Martínez, ha ido alternado los cómics para adultos como Melvin, Sexy Super Roller o Veronica Fury – en el que firmaba un guion que dibujaba Marcos Morán– con series infantiles como SuperPatata, Félix y Calcita, 4 cobayas mutantes o Minor, el Brutolete que le han servido para conquistar el corazón de los lectores más pequeños. Unas obras en las que ha dejado ver que es un narrador increíble capaz de adaptarse a cualquier tipo de obra, así que cuando desde Bang se anunció que a lo largo de este año iba a aparecer dentro de su colección Clasicomix la adaptación al cómic de un relato de Sherlock Holmes firmado por él teníamos muy claro que sería una de las novedades que esperábamos con más ganas. Ahora que ya la hemos podido leer podemos decir que la espera ha valido la pena porque el resultado es magnífico y, además, se trata de un tebeo que pueden disfrutar lectores de cualquier edad.

El relato del célebre detective creado por Arthur Conan Doyle elegido por Laperla es La aventura del hombre que se arrastraba, uno de sus últimos casos y también uno de los más divertidos y extraños, puesto que tiene un toque de ciencia-ficción que lo emparente con obras como El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde de Robert Louis Stevenson. Algo que ha provocado que algunos especialistas en las aventuras del detective no la consideren como parte del canon. Se trata de un relato aparecido en marzo de 1923 en las páginas de The Strand Magazine y recopilada posteriormente dentro de El archivo de Sherlock Holmes, la quinta y última colección de historias del personaje aparecida en 1927.

La aventura del hombre que se arrastraba se desarrolla en el verano de 1903. En ella, Sherlock Holmes y su querido amigo y biógrafo el Dr. Watson investigan el extraño comportamiento del reconocido profesor Presbury, que, en los últimos tiempos, ha cambiado su comportamiento enormemente creando una enorme inquietud entre sus más allegados, su secretario Trevor Bennett y su hija, Edith. Un cambio que se ha producido tras el viaje del profesor a Bohemia y que parece guardar una estrecha relación con unas misteriosas cartas que ha comenzado a recibir tras su vuelta.

Como ya hemos dicho se trata de una historia de las más desconocidas y extrañas del personaje, así que llama la atención que sea la que Laperla ha decidido adaptar – ojalá sea la primera de mucho, por cierto-, pero lo hace una manera absolutamente fiel con el relato original. Como es habitual en las historias del detective estamos ante una historia con muy poca acción y muchos diálogos, pero el autor catalán sabe conseguir que sea un relato muy ágil gracias a decisiones tan acertadas como las cinco primeras páginas en las que Watson recibe el mensaje de Holmes y va a verle que son una presentación prodigiosa del protagonista. También resulta muy acertada la forma de relatar los sucesos del pasado que se relatan en las primeras páginas. Todo ello hace que la historia resulte enormemente fluida y fresca con páginas en las que no encontramos ni textos excesivos llenos de conversaciones farragosas, ni una enorme cantidad de viñetas, ya que nunca hay más de cuatro por página.

A esa capacidad para mantenerse fiel contribuye enormemente el diseño de cada personaje, que en el caso de los dos principales es maravilloso y tremendamente icónico, con un Holmes enjuto y con un color enfermizo, pero con una mirada que transmite toda su inteligencia y sagacidad junto con esa sensación de estar ante alguien un poco ajeno a todo lo que no le interesa de la realidad. Watson, en cambio, se presenta como una figura sólida y seria, la roca que mantiene a su compañero anclado a la realidad. Lo mismo sucede con todos los personajes que resoban personalidad y expresividad y junto con la ropa y los escenarios nos transportan a las páginas de las obras de Conan Doyle. También hay que destacar tanto la gama de colores vivos empleada como su uso a la hora de reflejar las diferentes atmósferas y la forma en la que van acompañando a las necesidades narrativas de la historia.

Quizás la explicación a la elección de este relato por parte de Laperla esté relacionada con lo muy actual que resultan algunos de los temas que trata como el miedo a envejecer de algunas personas que les llega a hacer cualquier tipo de cosas, aunque resulten peligrosas para su salud. Algo que enlaza con otro tema de actualidad como los peligros de una ciencia que prescinde de cualquier tipo de consideración ética que ha provocado la proliferación de todo tipo de tratamientos milagrosos muchos de ellos apoyados por científicos sin escrúpulos. Unos temas que ya preocupaban a un Conan Doyle que en años posteriores acabo por relacionarse con varias teorías magufas, desolado por el dolor que le produjo por la pérdida de su hijo en la Primera Guerra Mundial.

La edición de Bang es igual que la de las anteriores entregas de la colección Clasicomix que esperemos siga trayéndonos obras tan interesantes como hasta ahora.

Con La aventura del hombre que se arrastraba, Artur Laperla hace una adaptación impecable de uno de los relatos más desconocido de Sherlock Holmes. Una maravilla que nos recuerdo que estamos ante uno de los historietistas de más talento de nuestro país. Quizás no tiene la fama que se merece entre el público adulto por estar centrado en el cómic infantil renovando los lectores del medio. Ojalá, que siga alternándolo con obras para más públicos, ya que siempre es una garantía de calidad.

Lo mejor

• Los maravillosos diseños de los personajes.
• La narrativa no puede ser más fluida.
• Lo fiel que resulta al original, aunque convenientemente adaptada a un medio más visual.

Lo peor

• Que Laperla no adapte todas las historias del personaje.