Pedro Simón: “Apunto los libros que leo en una libreta desde que tengo 14 años”

Una oferta de trabajo infame, una sala de espera desquiciante, un director de Recursos Humanos entregado al sadismo y a la entomología y nueve personas que buscan desesperadamente un empleo con la obstinación de un insecto. Ese es el punto de partida de Peligro de derrumbe (Espasa), una novela poliédrica en la que Pedro Simón traza un aguafuerte descarnado de la crisis, la épica (si es que cabe) de unas vidas enmarañadas y rotas, como las ramas de un árbol podrido por la carcoma y que conviene talar. La madre que vende su reloj y también su tiempo más íntimo. La universitaria que no encuentra empleo ni motivos para seguir buscando. El insomne que cometió una traición. La trabajadora de la limpieza que siente vergüenza de su olor. El empresario que antes daba miedo y ahora da grima. El encofrador que esconde sus manos…

A continuación, Pedro Simón responde este miércoles a las preguntas del cuestionario de Zenda.

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—¿Qué libro, película, serie, disco y obra de arte salvaría en un diluvio o un incendio?

—Libro: Claus y Lucas, de Kristof. Película: Érase una vez en América. Serie: Cheers. Disco: Astral Weeks, de Van Morrison. Obra de arte: cualquier cuadro de Sorolla o de Hopper.

—Puestos a salvar, elija una actriz, un actor, un personaje histórico y un político actual.

—Actriz: Susan Sarandon. Actor: Javier Bardem. Personaje histórico: Marco Polo. Y un político actual: uno muerto… don Julio Anguita.

—¿Qué aventura real o literaria le gustaría haber vivido?

—Viajar en el Nautilus de Verne, con el propio Verne al lado, tomando unos orujos.

—¿Y qué recuerdo personal le gustaría que jamás se perdiera en el tiempo, como lágrimas en la lluvia?

—Las sonrisas infantiles de mis dos hijos. Tan frescas y libres.

—¿Cuál es su primer recuerdo lector?

—El olor a humedad de los libros de mi abuela Isabel, sentada junto al fuego en el pueblo, leyendo las Selecciones del Reader’s Digest.

—¿Cuál es el último libro que ha leído?

—Una relectura de Del boxeo, de Joyce Carol Oates.

—¿Puede recomendar un libro clásico?

—Claro. Van dos: la Ilíada, de Homero, y El fulgor y la sangre, de Ignacio Aldecoa.

—¿Y uno actual?

—Orbital, de Samantha Harvey.

—¿Qué libro no ha podido acabar?

—Vida y destino, de Grossman.

—¿Puede recitar de memoria un poema?

—Espera, que me suba a la silla. Es de Karmelo Iribarren y se titula “Momentos” que no tienen precio. “Llegar al fin / hasta la puerta / de tu casa, / entrar, / echar todas las / cerraduras, / y, como quien saborea / el sabor de la venganza, / decirlo: / «ahí/ os quedáis, / hijosdeputa».

—¿Cuál es la canción más hermosa del mundo?

—Acaso “House Where Nobody Lives”, de Tom Waits.

—¿Puede decirnos una heroína y un héroe —literarios o cinematográficos— imprescindibles?

—La teniente Ripley y Robinson Crusoe.

—¿Y un personaje malvado que le fascine?

—Rocío Monasterio me flipaba.

—¿Tiene una editorial y una librería preferidas?

—Editorial, no. Librería, una de viejo siempre.

—¿Cuántos libros hay en su biblioteca? ¿Qué porcentaje, aproximadamente, ha leído?

—Tendré unos 10.000 libros repartidos en dos casas. Me he leído algo más de mil. Los apunto en una libreta desde que tengo 14 años. Por eso lo sé.

—¿Con qué libro se ha emocionado más? ¿Ha llorado tras la lectura de alguno?

—Platero y yo. Pero no recuerdo llorar con ninguno.

—¿Se ha excitado alguna vez leyendo? Si es así, ¿con qué libro?

—Esto tampoco lo recuerdo.

—¿Cuál es el rasgo principal de su carácter?

—Creo que la sencillez (por lo que me dicen), pero no te creas que lo tengo muy claro.

—¿Y su principal defecto?

—Pues seguramente la testarudez. Y la inseguridad. Y un pronto que tengo un poco volcánico… Tengo muchos defectos.

—¿Qué aprecia más de sus amigos?

—Que sean buena gente.

—¿Cuál es su ocupación preferida?

—Caminar y leer.

—¿Y su sueño de felicidad?

—Ganar una Champions con el Atleti, con Luis Enrique como entrenador.

—¿Cuál es el estado actual de su espíritu?

—Más o menos tranquilo.

—¿Qué detesta más?

—La vanidad.

—¿Qué faltas le inspiran la mayor indulgencia?

—Las de la juventud.

—Ojalá que no tenga que ir nunca a una isla desierta, pero si así fuera, ¿qué libro se llevaría?

—Uno gordo. Para que me dure.

—¿Y a qué persona?

—A alguien que no hable demasiado, por favor.

—Si todas sus respuestas han sido sinceras, diga ahora una mentira.

—He mirado el poema en Google. Para no cagarla.

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Autor: Pedro Simón. Título: Peligro de derrumbe. Editorial: Espasa. Venta: Todostuslibros.

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