Karl Jaspers en cinco ideas clave

Según el pensador, lo humano es aquello que existe en el sentido de que es plenamente consciente de su ser, de su condición de cosa libre, de su responsabilidad en el mundo. La entrada Karl Jaspers en cinco ideas clave se publicó primero en Ethic.

Jun 23, 2025 - 18:40
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Karl Jaspers en cinco ideas clave

El nombre de Karl Jaspers (1883-1969) puede evocar en muchos lectores con cierta aproximación a la historia de la filosofía el nombre de otros autores. Respecto del gran pensador alemán Martin Heidegger (1889-1976), es conocida la amistad e influencia mutua que ambos autores, representantes no sin controversia del movimiento existencialista, mantuvieron hasta cierto momento. Asimismo, el nombre de Jaspers está ligado al de la filósofa Hannah Arendt (1906-1975), de quien fue mentor durante su época universitaria. Pese a su interés, la obra de Jaspers ha quedado relegada normalmente a un plano secundario en comparación con Heidegger o Arendt. Resumimos su pensamiento en cinco ideas clave.

Existencia

El concepto central de existencia (Existenz) se refiere en el marco de la obra jasperiana al modo de ser que le es propio al humano. A diferencia de los objetos, del resto de entes –que diría Heidegger–, el ser humano no es simple y llanamente algo que es. Lo humano es aquello que existe en el sentido de que es plenamente consciente de su ser, de su condición de cosa libre, de su responsabilidad en el mundo.

Lo humano es aquello que existe en el sentido de que es plenamente consciente de su ser

Esta existencia es preeminentemente individual y está caracterizada por su capacidad de proyectarse y de dotar de significado a la vida de uno, trascendiendo las determinaciones fácticas. No es algo estático, sino un proceso dinámico de devenir y, más importante, de autorrealización a través de una elección a la que estamos condenados a cada momento. Como se plasma en la película belga Las vidas posibles de Mr. Nobody (2009), nuestra existencia está determinada por un continuum de decisiones que, como las distintas ramificaciones del árbol, nos aleja de un sinfín de otras vidas posibles. Desgraciadamente, solo podemos vivir una.

Situaciones límite

En nuestro quehacer vital nos topamos en ocasiones con experiencias que nos confrontan con el abismo de nuestra existencia, como un precipicio que traza la geometría de nuestros límites. Jaspers identifica como situaciones límite paradigmáticas a la muerte –aun cuando no sea la propia, está presente en la vida de cualquiera– el sufrimiento, la culpa o el conflicto.

Los momentos presididos por estos elementos son de crisis (del griego krisis, que originalmente hace referencia al punto de inflexión de una situación, así como a la toma de una decisión). Aquí las estructuras cotidianas de sentido se ven interpeladas llevando a cada persona a darse de bruces contra su propia finitud, contra la contingencia de su existencia. En suma, es aquí donde se percata con nitidez de su paradero existencial.

Lejos de ser negativas, las situaciones límite actúan como un acicate para el autoconocimiento profundo de uno mismo. Son ellas las que nos quitan la venda forzándonos a contemplarnos en el espejo.

Trascendencia

En la tradición filosófica, la trascendencia denota un más allá inasible desde el plano propio. Así, desde la configuración de los grandes monoteísmos, dios es erigido en el ser trascendente. Sin embargo, para Jaspers la trascendencia no debe ser entendida en los términos teológicos convencionales sino, más bien, como un horizonte de sentido que abarca y posibilita la existencia. No siendo, eso sí, completamente accesible (contra Platón) para la razón.

Lo trascendente es aquello que rehúye lo empíricamente observable y lo que es conceptualmente apresable, pero que aun así se manifiesta en la vida y en el mundo. Es la sombra inasible que nos acompaña en cada paso. La procura de lo trascendente, de algo más allá de lo tangible, es, acorde al filósofo, una necesidad de lo humano. Una aspiración a hallar un sentido último.

Comunicación

A diferencia de la mera comunicación orientada a la transmisión de información o la consecución de ciertos fines concretos, Jaspers habla de una comunicación existencial entre sujetos que se reconocen recíprocamente como seres existentes, limitados. Esta es la interacción humana más honda y auténtica, la que reconoce –en una suerte de hermanamiento– nuestra vulnerabilidad existencial.

La comunicación existencial se caracteriza por la honestidad y por la intención de compartir las verdades más íntimas

Este diálogo se caracteriza por la honestidad, así como por la intención de compartir las verdades más íntimas y las vivencias de las situaciones límite. Mediante la comunicación existencial, los individuos podemos afirmarnos y desarrollarnos conjuntamente, realizando de una forma más plena nuestra existencia.

Razón existencial

Jaspers pondrá sumo cuidado en discernir una razón existencial de la instrumental o científica. La primera designa la capacidad humana para comprender los conceptos antedichos (existencia, situaciones límite o la necesidad de trascendencia). A diferencia de la razón científica, obvia la información de los sentidos y la inferencia lógico-matemática. Esta es la facultad que nos guía, como un brumoso faro, hacia una búsqueda de sentido libre de las ataduras de la razón instrumental predominante.

Por ejemplo, imaginemos a un médico enfrentado al sufrimiento de un paciente en estado grave. Desde la razón científica, puede explicar con precisión el deterioro orgánico y administrar paliativos. Empero, cuando el paciente le pregunta –en la procura de un espacio para la comunicación existencial– «¿por qué a mí?» o «¿qué sentido tiene este dolor?», solo una forma de razón existencial puede acompañarlo en esa búsqueda de sentido, más allá de las asépticas respuestas médicas. Este es el camino que brinda la compañía de una actitud filosófica frente a lo incomprensible.

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