Un refugio en el Eixample: arquitectura que se abre al sol en el corazón de Barcelona

En pleno Eixample Barcelonés, SIGLA Studio transforma una vivienda de 90 m² en un cálido refugio donde la geometría, la luz natural y los materiales nobles dan vida a un hogar sereno y funcional.

Cuando sencillez y sofisticación van de la mano

Muy cerca de la emblemática Casa Milà, proyectada por Antoni Gaudí a principios del siglo XX , en uno de los típicos `chaflanes´ del Eixample de Barcelona, se encuentra esta vivienda con vocación de estética nórdica. El proyecto nace de la ilusión de una pareja de mediana edad que buscaba una casa en la que compartir sus rutinas cotidianas y sus momentos con la familia y amigos.

El piso, situado en una privilegiada esquina orientada al sur, aprovecha al máximo la entrada de luz natural. Gracias a un diseño abierto y flexible, cada estancia se conecta visual y espacialmente, fomentando la sensación de amplitud sin sacrificar la intimidad. El resultado es un refugio en el Eixample, donde cada rincón ofrece un baño de luz. Espacios donde el tiempo se detiene y la sencillez se convierte en sofisticación.

La rótula que conecta los espacios de este refugio en el Eixample

El corazón del proyecto es su recibidor: un pequeño núcleo en tonos burdeos que actúa como rótula entre la zona de día y la de noche. Huyendo de molestos pasillos, SIGLA Studio ha diseñado este elemento para conectar estancias de manera fluida, ofreciendo visiones cruzadas que amplifican el espacio. La transición entre los tonos cálidos del recibidor y la luminosidad de las demás áreas crea una narrativa espacial envolvente.

La planta estaba muy condicionada por el chaflán, con orientación totalmente sur en su fachada más larga, algo poco frecuente en Barcelona que garantiza luz natural constante en todo el interior. Para potenciar esta cualidad, se ha despejado la fachada principal de cualquier tabique, utilizando puertas correderas que permiten liberar visualmente todo su recorrido. El diseño favorece la ventilación cruzada y se adapta al ciclo solar, capturando distintas calidades de luz a lo largo del día. Esto refuerza la conexión con el entorno y las estaciones del año.

Materiales con memoria para un proyecto atemporal

Cada material elegido en esta reforma cuenta su propia historia: estucos de cal, yeso tradicional, suelos de madera y baldosa hidráulica original restaurada. Estos elementos no solo aportan calidez y autenticidad, sino que además establecen un diálogo con la tradición constructiva catalana. La elección de acabados naturales refuerza el carácter sostenible y atemporal del proyecto.

Una nota especialmente entrañable es la incorporación de mobiliario restaurado de “El Recibidor”, una tienda barcelonesa icónica de diseño `mid-century´. Estas piezas sirven para decorar pero a la vez otorgan al hogar una dimensión emocional, siendo testigos silenciosos de otra época, y aportando carácter a cada estancia.

Este refugio en el Eixample permite que la vida fluya con naturalidad. Como una rótula flexible, se adapta a las necesidades de sus habitantes, ofreciendo espacios que se abren al sol y se pliegan a la intimidad. Es una casa que entiende el diseño como experiencia cotidiana. Arquitectura honesta que celebra lo auténtico. Parafraseando al pintor catalán Joan Miró: «el color de mis sueños es el color de la tierra».

Fotografías: Marta Vidal

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