Un informe contra la «eterna crisis» del flamenco: los jóvenes son quienes más lo valoran

En realidad, el debate es antiguo. Hace unos años, el investigador y creador y exdirector de la Bienal de Sevilla, José Luis Ortiz Nuevo , contaba en ABC Cultural que había encontrado un poema anónimo dedicado al barrio gaditano de La Viña, publicado en un periódico de La Habana en 1846. Dos de sus versos decían: «Llora Viña infeliz tu desventura / Llora por tu fandango despreciado». En relación a este poema, José Manuel Gamboa lamentaba que aquel poeta del siglo XIX diera ya por sentado «que el flamenco se estaba acabando ¡en 1846! Pero si ese año estaba prácticamente empezando, no tiene sentido». Contra esta misma idea agónica se ha publicado el informe 'El flamenco en España. Presente y futuro de un arte que está más vivo que nunca', elaborado por EY y la Fundación Paco de Lucía. Se trata de un estudio basado en 1.200 encuestas elaboradas a nivel nacional y entrevistas realizadas a diferentes expertos del sector, «debido a la falta de datos oficiales actualizados», que ha sido presentado este martes en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. «De momento, este primer estudio, además de aumentar la autoestima a un sector que lo necesita, nos da argumentos para defender que el flamenco es una de las manifestaciones culturales más reconocibles y apreciadas del mundo. No hay hoy mejor embajador para la cultura española que el cante, el toque y el baile», apuntó David Calzado en la presentación. En el Círculo de Bellas Artes, Federico Linares, presidente de EY y patrono de la Fundación Paco de Lucía , se ha referido a Demófilo, el primero que aseguró en el siglo XIX que el flamenco se moría y que había que salvarlo. Lo hizo en su ensayo 'Colección de cantes flamencos' (1881), en el que el escritor, folclorista y padre de los poetas Manuel y Antonio Machado arremetió contra Silverio Franconetti por sacar el cante gitano de las casas, ponerlo de moda y profesionalizarlo en los cafés-cantante. En su libro, considerado por muchos el inicio de la flamencología, escribió que aquello «acabaría por completo» con el flamenco puro. Linares también ha recordado la segunda operación de salvamento protagonizada por el famoso Concurso de Cante Jondo de Granada de 1922, organizado por Federico García Lorca y un Manuel de Falla, que advertía que «el cante puro andaluz, ese tesoro de belleza, no solo amenaza ruina, sino que está a punto de desaparecer». El famoso compositor gaditano y el poeta seguían los postulados de Demófilo. En otras muchas ocasiones posteriores también se ha dicho que el flamenco está en crisis, por lo que el citado informe ha querido poner de manifiesto que «está más vivo que nunca», explicó Calzado en presencia de la familia de Paco de Lucía , figuras del flamenco como Rosario La Tremendita , el flautista y saxofonista Jorge Pardo y el guitarrista Juan Carlos Romero , vicepresidente de la entidad Unión Flamenca, así como la presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo . Los datos recopilados por el informe lo confirman. Tres de cada cuatro españoles escuchan flamenco, el 72% de la población, o lo que es lo mismo, 27 millones de habitantes del país. Además, un 27% declara que es una música que le gusta y un 4% afirma que es su género favorito. Un 11% de los encuestados señala también que lo escucha casi todos los días y un 27%, todas las semanas. Sin embargo, resulta especialmente significativo y esperanzador el interés de los jóvenes, pues según el estudio el grupo de entre 18 y 29 años es el que mayor entusiasmo muestra por él: un 36% lo disfruta habitualmente y un 6% lo califica como su género favorito. Por último, un 62 % de los jóvenes españoles opina que el flamenco está en su mejor momento, en contra de todos aquellos agoreros que cada cierto tiempo dicen que se muere. Otro dato importantes que destaca el informe es que su enseñanza se ha ido incorporando a los centros de educación musical superior y a las universidades, «aunque aún queda camino por recorrer», advierte. También se ha colado en distintos espacios creativos como corralas, tablaos, teatros, museos, peñas o festivales internacionales como el Flamenco Festival USA, que se celebra desde hace 24 años en ciudades como Nueva York, Washington DC, Miami, Chicago y Boston. En su última edición, estas ciudades han reunido a más de 25.000 espectadores. «En realidad, los que estamos dentro del flamenco ya sabíamos lo que dice el informe. Quienes tienen que saberlo son los que están en los despachos, pero se ve que todavía no lo saben. Es asombroso. Cuando llega a los estamentos oficiales, siempre se muestran muy partidarios de apoyar al flamenco, pero después vienen las dos palmaditas en la espalda y ahí se queda todo. Hay que dar un tirón de orejas a la Administración, porque uno percibe que, en el fondo, no le importa, aunque te hagan creer que sí. Tengo la sensación de que los políticos creen que pertenece a un submundo. Es una realidad que la Administración no nos presta atención, porque en el fondo no creen que esto sea importante», comentó Romero. Carmen Calvo, analizó el problema de la educación del flamenco entre los más pequeños con una anécdota personal: «Cuando yo era una niña y vivía en Cabra, Córdoba, mi padre nos sentaba a mis hermanos y a mí a escuchar flamenco. Nosotros siempre protestábamos, hasta que un día mi padre nos dijo: 'Habéis nacido en Cabra, sois andaluces, y os voy educar el oído escuchando flamenco. Si hubieseis nacido en Múnich, os pondría a Wagner. ¿Lo habéis entendido?'». Y, a continuación, la ex vicepresidenta del Gobierno hizo autocrítica: «La clase política en general sigue considerando que el flamenco pertenece a un espacio de poco prestigio. Tristemente, esto es así. No han entendido lo que Lorca y Falla dijeron en 1922, cuando advirtieron que el flamenco era la música culta de los españoles. Y, cuando dijo 'culta', no quiso decir aristocrática, elitista o minoritaria, sino extraordinariamente importante. Aquí es donde España se está dejando el alma, pero aquella línea de pensamiento no continuó».