Patrulla-X Especial: Centinelas de Alex Paknadel y Justin Mason

Edición original: Sentinels vol.1 #1-5 (Marvel Comics, 2024)
Edición nacional/España: Patrulla-X Especial: Centinelas (Panini Cómics, 2025)
Guion: Alex Paknadel.
Dibujo: Justin Mason.
Entintado:Justin Mason.
Color: Federico Blee.
Formato:Comic-Book con lomo. 128 páginas. 12 €

MITAD HOMBRE, MITAD MÁQUINA

«Vamos a abrir el chiringuito.»

Llega a España de mano de panini cómics Centinelas, una miniserie de 5 números enmarcada dentro del relanzamiento mutante Desde las cenizas que sigue al final de la era Krakoana. La obra nos invita a conocer a una nueva generación de centinelas y lidia en gran medida con las consecuencias del ataque que puso fin a la isla mutante. El equipo creativo está formado por Alex Paknadel (Duende Rojo, Arcadia), guionista prolífico que además de haber pasado por las dos grandes editoriales ha publicado múltiples obras en el mercado independiente americano, y por Justin Mason (Spider-Punk), un artista con menos recorrido en el mundillo.

La mansión de Graymalkin Lane que antes sirviera de hogar para el Instituto Charles Xavier es ahora una prisión diseñada para contener mutantes y precisamente Xavier es uno de sus prisioneros más notorios. El edificio sirve además como sede para los nuevos Centinelas, una fuerza especial encargada de capturar y arrestar mutantes tildados de peligrosos para su encarcelamiento en la mansión. La historia se repite a pesar de que este nuevo programa esté liderado por un mutante, Lawrence Trask heredero de Bolívar Trask obtuvo una segunda oportunidad al ser resucitado en Krakoa y con su mutación ha visto un futuro en el que el enfrentamiento entre humanos y mutantes lleva al exterminio total. Su decisión resultó clara, la figura amenazante de los Centinelas es necesaria.

La premisa de la serie, o al menos la forma que tuvo Marvel de promocionarla, es muy interesante. Al presentar a los protagonistas la editorial nos enseñó a personas cuyas vidas habían quedado trágicamente marcadas por catástrofes provocadas por los grandes eventos editoriales que cada año disfrutamos en viñetas. Un agente de SHIELD que abandonó después de Imperio Secreto, una chica que quedara huérfana después del ataque de Onslaught, militares con lesiones contraídas durante World War Hulk… Esto combinado con las declaraciones de Paknadel describiendo la historia como una sucesora de Robocop ponía ciertas expectativas sobre la serie. Por desgracia, el resultado final no aprovecha todo el potencial de sus conceptos, la idea de ver la otra cara de los grandes eventos apenas juega un papel real en la historia y la trama salta rápidamente de un concepto al siguiente sin permitir que nos acerquemos a los personajes. Pienso que la narrativa pierde mucha potencia al estar diluida entre demasiados personajes en muy pocas páginas y por tanto acaba llegando al final con prisas y giros de guion que dejan poca huella en el lector.

En lo gráfico tenemos a Justin Mason con colores de Federico Blee. El estilo del estadounidense se caracteriza por un trazo deliberadamente poco pulido con mucho crosshatching y por unos personajes de facciones reconocibles y expresivas. El acabado es un poco irregular precisamente por la inconsistencia en el uso de la técnica de crosshatching que resulta en la mezcla de viñetas con un acabado más limpio con otras de aspecto más bruto. Los colores de Blee son muy consistentes y sabemos qué esperar del mejicano aunque a veces se echan en falta mayores contrastes dentro de su paleta de tonos fríos y poco saturados.

En definitiva, una obra que se queda a medio camino. La premisa requería de un mayor compromiso con sus protagonistas para hacernos verdaderamente partícipes de sus historias y en mi opinión tanto la narrativa como el dibujo deberían haber apostado más fuerte por el horror corporal ya que se trata como una pieza central de la historia. Esta falta de enfoque culmina con referencias a una continuidad olvidada que resuelven todo el conflicto de una forma anticlimática.

Lo mejor

• Hay buenas ideas.

Lo peor

• La ejecución no está a la altura.