La verdadera razón por la que Mercadona ha retirado uno de sus productos más vendidos, y cuáles son las mejores alternativas

Cuando la comida se convierte en noticia.

Hay algo profundamente humano en compartir lo que comemos, lo que nos gustó y lo que nos indignó en la tienda de la esquina. Por eso, los artículos sobre experiencias alimenticias —ya sean quejas o hallazgos— arrasan en redes y titulares. No se trata solo de comida: es identidad, comunidad y conversación. En ese escenario, un simple queso ha provocado una ola inesperada.

El queso cottage de Mercadona se ha ganado un puesto de honor entre los productos virales. Su retirada temporal de los lineales no ha hecho más que alimentar la curiosidad: ¿qué tiene este lácteo que arrasa en redes y se agota en horas? La cadena valenciana ha confirmado que su ausencia se debe a una sobredemanda imprevista. “Trabajamos intensamente para restablecer la disponibilidad”, aseguraron desde su servicio de atención al cliente.

Influencers del mundo wellness y nutricionistas han sido sus mejores aliados publicitarios. En sus cuentas, lo presentan como un superalimento que ayuda a mantener la figura y a mejorar el rendimiento físico. Lo cierto es que sus cualidades lo convierten en un producto apetecible para quienes cuidan su alimentación. De ahí que el interés haya superado las previsiones más optimistas.

Un caso de éxito inesperado.

La avalancha de compradores vació los frigoríficos de muchas tiendas en cuestión de días. Juan Roig, presidente de la compañía, ha afirmado que se aumentará la producción para responder al entusiasmo del público. Mientras tanto, Mercadona ha ofrecido alternativas nutricionales similares. Entre ellas, se incluyen el queso fresco batido sin grasa y el requesón natural.

Estos sustitutos mantienen valores similares: pocas calorías, buena fuente de proteínas y sabor suave. Aunque no todos tienen la misma textura granulada del cottage, muchos consumidores los consideran una opción razonable mientras esperan su regreso. La empresa sigue sin ofrecer una fecha exacta de reposición, aunque insiste en que el asunto está en vías de resolverse “lo antes posible”.

Parte del éxito se debe a sus propiedades: entre 11 y 14 gramos de proteína por cada 100 gramos lo convierten en un favorito del mundo fitness. Es saciante, bajo en grasas y apenas tiene azúcares, lo que lo hace ideal tanto para dietas de control de peso como para personas con diabetes. Además, su riqueza en vitaminas B y minerales esenciales es un punto extra para quienes buscan nutrición con intención.

Una tendencia que aún no toca techo.

A pesar de su sencillez, el queso cottage representa mucho más que un alimento. Encaja con la narrativa aspiracional que domina las redes: salud, autocuidado, disciplina. Su origen también contribuye a esa imagen limpia: llega desde Suecia, elaborado con leche de vaca de la Unión Europea y una lista de ingredientes concisa.

Eso sí, requiere cierta atención: conservación en frío y consumo antes de la fecha indicada. La presión del público no afloja, y la conversación en redes sigue aumentando. Cada historia compartida de un estante vacío no hace más que reforzar la fiebre por este producto.

Mercadona ha invitado a los consumidores a consultar la disponibilidad en su web oficial o en tienda física. Por ahora, todo apunta a que el cottage no solo volverá, sino que podría hacerlo convertido en un clásico de la despensa fit. Un claro ejemplo de cómo un producto modesto puede conquistar el mercado… y las redes.