Ese modo de errar
A ver, exagero, pero suena bien, ¿no? Suena a algo que diría Bruno Galindo. En realidad, cuando escuché el sintagma “mi abuelo croata ustacha”, después “conocí a mi madre y a mi abuelo el mismo día”, luego “mis padres huyeron de Croacia a Buenos Aires y acabaron en España”, yo le dije “tienes que escribir... Leer más La entrada Ese modo de errar aparece primero en Zenda.

Para mí, Bruno Galindo era una firma mítica. Ese nombre sonaba a música, a cine, a experimentación. Bruno Galindo era el más cool, el que tenía ideas más originales, el que viajaba a los sitios más peculiares, el que conocía todo lo underground y todo lo ground. Pero cuando conocí a Bruno Galindo, no vi la firma mítica, vi este libro en sus ojos.
En realidad, cuando escuché el sintagma “mi abuelo croata ustacha”, después “conocí a mi madre y a mi abuelo el mismo día”, luego “mis padres huyeron de Croacia a Buenos Aires y acabaron en España”, yo le dije “tienes que escribir tu historia”. Y seguro, muchos amigos antes y después que yo le dijeron “tienes que escribir tu historia”. Así que Nadie nos llamará antepasados (Libros del KO) es la historia de Bruno Galindo, que estaba pidiendo ser escrita, como Bruno Galindo puede (o no) ser la historia de este libro.
En el fondo y en todas partes de estas páginas suena el latido nómada. Es un libro sobre sentirse nómada y descender de una familia, múltiple y superviviente, fundamentalmente nómada. También es un libro de aventuras. Las aventuras de personajes nómadas, el Vasco de la Carretilla, que cruzó toda Argentina en los años 30 y 40, desde la Patagonia hasta los Andes, y llego a Chile empujando una carretilla. Una hazaña sin ningún objetivo real: el objetivo en sí mismo era caminar, vagar de un lado a otro. Un héroe atípico, al que siguieron los periódicos de la época, al que recibían con fanfarrias cuando iba cruzando los pueblos.
La silueta del Vasco, siempre con su carretilla.
Dice Bruno que en esa carretilla del Vasco “va mi modo de errar como hicieron mis ancestros, todos huyendo de algo en largas travesías en barco y duras caminatas”.
Ese modo de errar del Vasco se desenvuelve en paralelo al relato de los bisabuelos y abuelos de Bruno, de emigrantes de ida y vuelta de Galicia y de la ex Yugoslavia. De campesinos que se van a hacer las Américas desde su aldea; y de aristócratas croatas que se arruinan con el comunismo.
También en paralelo al relato vital del propio Bruno, que recorre Argentina no sabemos si en busca de las huellas del Vasco o de sus propias huellas. Y ahí pasa de un libro de aventuras a un libro de viajes al estilo de Bruce Chatwin, de conversaciones con argentinos, de observar, de escuchar, de sentir gentes y paisajes.
Y después está la parte oscura.
La parte oscura es el abuelo ustacha, el que conoció el mismo día que a su madre. El abuelo amigo de Perón y amigo y consejero de los más terribles dictadores de toda América, desde Trujillo a Stroessner. El abuelo que dice de Bokassa, el autoproclamado emperador centroafricano condenado por torturas, asesinato y canibalismo, “buen tipo”. Esa parte oscura es una corriente que fluye hasta el final del libro y nos mantiene en vilo. Seguimos a Galindo, que va y viene de Croacia a Argentina, de Madrid a Croacia, y vuelta a Argentina. Avanza por el mundo, por los eventos históricos y por dentro de su cabeza en un recorrido emocionante que va desvelando poco a poco una genealogía enrevesada y una forma distinta, errante, de ver la vida.
Aquí vuelvo al momento en el que conocí a Bruno Galindo. Entonces se encontraba inmerso en un proceso de desprendimiento. De desprenderse de todos los objetos (¿quieres estos libros, quieres estos CDs, quieres estos DVDs?) e imaginarse nómada. El proceso tuvo éxito (lo cuenta en el libro) y abandonó su piso de Madrid y vagó por casas de amigos en España y resto de Europa. Creo que en este libro Bruno Galindo ha vuelto a recuperar sus pedazos repartidos por el mundo. Un poco de Croacia, un mucho de Argentina, unas pizcas de Madrid. Los ha recuperado porque se ha reconstruido a sí mismo a través de esos pedazos, y nosotros, lectores y lectoras, asistimos intrigados al proceso de reconstrucción. Y el resultado ya no es Bruno Galindo, es una historia con eso que tienen las buenas historias: grandes personajes, acción, momentos de reflexión y un cierre poderoso, eterno.
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Autor: Bruno Galindo. Título: Nadie nos llamará antepasados. Editorial: Libros del KO. Venta: Todos tus libros
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