Namor: El último rey de Atlantis de Jason Aaron, Paul Davidson y Alex Lins
Reseñamos el último baile, por el momento, de Jason Aaron en la Casa de las Ideas.



Edición original: Namor vol. 2 #1-8 (Marvel Comics, 2024)
Edición nacional/España: Namor: El último rey de Atlantis #1-3 (Panini Cómics, 2025)
Guion: Jason Aaron.
Dibujo: Paul Davidson y Alex Lins.
Entintado:Paul Davidson y Alex Lins.
Color: Neeraj Menon.
Formato: Comic-book con lomo. 80-104 páginas. 5,50-11 €
LO QUE SE LLEVA LA MAREA
«Imperius Rex, mi señor.»
Reseñamos el último baile, por el momento, de Jason Aaron en la Casa de las Ideas antes de dar el salto a la Distinguida Competencia. En esta ocasión el autor norteamericano pone su atención en uno de los primeros personajes de la editorial, Namor, creado aún bajo el sello de Timely Comics a finales de los años 30. Aaron usará esta serie limitada de 8 números para llevar al personaje por una epopeya que desafía todas las ideas del Hombre Submarino sobre él mismo y su reino. El formato de serie limitada no es nuevo para el personaje, que a pesar de haber gozado de protagonismo en colecciones grupales como los Nuevos Vengadores de Hickman lleva treinta años sin protagonizar una serie regular en solitario. Con todo, Marvel sigue apostando por nuevas historias del personaje y aquí juzgamos el último intento.
La trama nos presenta a un Namor encarcelado en la superficie, obligado a admirar el océano desde la distancia y prometiéndose a sí mismo no volver a nadar por sus aguas. Sin embargo, toda su situación cambia cuando Mantarraya acude a su rescate y le revela el estado del mundo marino, la Guerra Mundial Marina acaba de estallar con siete reyes buscando erigirse como nuevo señor de Atlantis. Namor emprenderá un viaje a lo largo de los océanos en una batalla contrarreloj para detener la guerra antes de que o bien la lucha, o bien el ataque de los gobiernos de la superficie, acaben con todos los atlantes.
El guion de Aaron es bastante notable, el autor estructura la historia como un viaje y alterna entre visiones de recuerdos del pasado y los acontecimientos del presente. Como puntos negativos, echo en falta una mayor conexión geográfica entre los reinos que el protagonista va visitando. Aunque existen cuadros revelando la localización de cada punto me habría gustado que cada territorio tuviera un lugar definido dentro de un mismo mundo en vez de presentarse como una serie de lugares esparcidos. Por otro lado, la sensación de urgencia que se propone al presentar la premisa con un límite temporal se va diluyendo al paso de los números, en los que tiene muy poco peso. Un uso más inteligente de la idea habría ayudado a elevar la tensión de la trama. En general, la narrativa es considerablemente buena y muestra una versión de Namor con profundidad, desembocando en un final que debería acarrear consecuencias para el universo Marvel.
El dibujo corre a cargo de Paul Davidson y Alex Lins con colores de Neeraj Menon. Davidson se encarga de las escenas del presente de forma más que correcta, con un estilo más realista a través de escenas plagadas de criaturas marinas con diseños macabros y de peleas violentas. Por su lado, Lins abarca un tramo temporal más amplio, desde la niñez de Namor hasta algunas escenas de su vida adulta. El estilo de Lins es de un trazo más grueso, con figuras de proporciones más caricaturescas y escenarios con menor nivel de detalle. Aunque su desempeño es correcto, pienso que parece tener complicaciones con la anatomía infantil, dando lugar a viñetas de aspecto algo extraño. Neeraj Menon sabe adaptarse a ambos artistas y usa técnicas con un acabado diferente para cada uno, ayudando a diferenciar las dos partes de la trama.
En definitiva, una obra interesante con la que Aaron parece despedirse momentáneamente de Marvel. La historia tiene un ritmo constante con el autor manejándose bien alternando entre distintos momentos y logra alejarse lo suficiente de un tópico común entre las series limitadas de personajes fuera de la primera línea, como es la costumbre de repasar toda la trayectoria editorial previa del personaje. A pesar de referenciar algún momento conocido y de utilizar con frecuencia el recurso del flashback, logra contar una historia propia. El dibujo es en general consistente y la separación entre la tarea de ambos artistas funciona para mejorar la experiencia de lectura.
Lo mejor
• La trama lleva al protagonista por caminos interesantes.
Lo peor
• El elemento del límite temporal podría haberse ejecutado mejor.