Así puedes mantener la casa fresca en verano sin tener aire acondicionado: los trucos más efectivos para combatir las olas de calor
Tras una primavera lluviosa, junio nos ha sorprendido con temperaturas demasiado altas para estas fechas, con los termómetros disparados por encima de los 40ºC en amplias zonas del país, y con noches tropicales que complican el poder dormir en ciudades como Sevilla, Madrid o Zaragoza. Esa situación anómala nos lleva a pensar que el verano que acabamos de comenzar va a ser aúpa, así que no nos queda más remedio que adaptar nuestros hogares a las altas temperaturas y a las olas de calor continuas y tratar de mantener la casa lo más fresca posible. En Decoesfera José Manuel Felices, médico: "El método egipcio es la mejor forma de rebajar la temperatura corporal para disfrutar de un sueño reparador" La tarea se complica cuando no hay aire acondicionado. O incluso en las casas donde hay un dispositivo de refrigeración, muchos optan por no encenderlo por no incrementar el gasto energético en un momento en el que el precio de la energía está subiendo, o porque por salud, no pueden tener encendido el aire a todas horas. Por suerte, hay hábitos y pequeños trucos que nos ayudarán a mantener la casa fresca sin necesidad de tener aire acondicionado. Ventila la casa a primera hora y aprovecha las corrientes de aire Para refrescar la casa y mantenerla a una temperatura aceptable es fundamental ventilar a primera hora de la mañana, cuando aún entra algo de fresco por la ventana. En cuanto comiences a notar que el aire pierde ese frescor de la mañana, lo mejor es cerrar las ventanas a cal y canto, ya que a partir de ese momento solo entrará calor. Todo dependerá de la zona en la que vivas, pero por ejemplo en Zaragoza, una de las ciudades que siempre alcanza temperaturas máximas en verano, yo suelo cerrarlas entre las 10 y las 10:30 horas. Además, si tu casa da a varias orientaciones, aprovecha esa situación y abre las ventanas a la vez para generar una corriente de aire que te ayude a ventilar y a refrescar la casa. El efecto túnel que se produce sobre todo en las casas con pasillos acelera el movimiento del aire. Baja las persianas y los toldos Durante las horas de mayor exposición solar es importante mantener bajas las persianas y correr las cortinas, sobre todo si son cortinas gruesas o son cortinas térmicas. Además, también es recomendable (siempre que la previsión meteorológica no dé tormentas o vendavales), los toldos que tengamos en terrazas y ventanas para proteger la fachada de nuestra casa de los rayos del sol. Con estos toldos podemos conseguir que se reduzca la temperatura interior del edificio en 4 o 5ºC. En caso de que no puedas bajar las persianas del todo porque teletrabajas en casa o porque tienes peques, puedes apostar por instalar láminas de protección solar. Estas láminas se colocan en la parte interior del cristal de las ventanas, y dejan pasar la luz, pero filtran la radiación ultravioleta y frenan la entrada del calor al reflejarlo de nuevo hacia el exterior. Cocina y plancha a primera hora de la mañana, y desconecta los electrodomésticos que no uses Evita durante las horas centrales del día actividades que meten calor en casa. Por eso, siempre que puedas, es mejor cocinar o planchar a primera hora de la mañana, cuando aún entra fresco por las ventanas. Además, es importante no encender el horno para evitar calentar en exceso la cocina, y evitar poner el lavavajillas, ya que al terminar de lavar, muchas puertas se abren solas y sale calor y vapor al exterior. Por otro lado, hay que apagar todos los electrodomésticos que no utilices, ya que emiten calor, por poco que sea. Renueva los textiles La Redoute Cuando llega el verano lo mejor es cambiar los textiles que tenemos en casa. Complementos como las alfombras, las fundas de sofá o los edredones dan una imagen más pesada de casa y también contribuyen a generar calor. Por eso, en verano puedes guardar las alfombras para dejar el suelo desnudo, o al menos, poner alfombras más ligeras. También puedes recoger cojines que den sensación de calor, como los de terciopelo o los de pelo. Para hacer esos cambios, puedes apostar por textiles más frescos y ligeros, como el lino o el algodón, usando colores claros para aportar un toque de frescor al ambiente. Además, puedes rociar las cortinas con agua usando un espray, y cuando pase el aire entre ellas o cuando se muevan por el ventilador, sentirás una agradable sensación de frescor. Riega las plantas por la noche Ya sabemos que hay que regar las plantas en verano por la mañana a primera hora o por la noche. Pero además de para hidratarlas, regar las plantas de casa, y en particular, las del patio o las de jardín al caer la noche te ayudará a refrescar el ambiente y a generar un microclima. Convierte tu

Tras una primavera lluviosa, junio nos ha sorprendido con temperaturas demasiado altas para estas fechas, con los termómetros disparados por encima de los 40ºC en amplias zonas del país, y con noches tropicales que complican el poder dormir en ciudades como Sevilla, Madrid o Zaragoza.
Esa situación anómala nos lleva a pensar que el verano que acabamos de comenzar va a ser aúpa, así que no nos queda más remedio que adaptar nuestros hogares a las altas temperaturas y a las olas de calor continuas y tratar de mantener la casa lo más fresca posible.
La tarea se complica cuando no hay aire acondicionado. O incluso en las casas donde hay un dispositivo de refrigeración, muchos optan por no encenderlo por no incrementar el gasto energético en un momento en el que el precio de la energía está subiendo, o porque por salud, no pueden tener encendido el aire a todas horas. Por suerte, hay hábitos y pequeños trucos que nos ayudarán a mantener la casa fresca sin necesidad de tener aire acondicionado.
Ventila la casa a primera hora y aprovecha las corrientes de aire

Para refrescar la casa y mantenerla a una temperatura aceptable es fundamental ventilar a primera hora de la mañana, cuando aún entra algo de fresco por la ventana. En cuanto comiences a notar que el aire pierde ese frescor de la mañana, lo mejor es cerrar las ventanas a cal y canto, ya que a partir de ese momento solo entrará calor.
Todo dependerá de la zona en la que vivas, pero por ejemplo en Zaragoza, una de las ciudades que siempre alcanza temperaturas máximas en verano, yo suelo cerrarlas entre las 10 y las 10:30 horas. Además, si tu casa da a varias orientaciones, aprovecha esa situación y abre las ventanas a la vez para generar una corriente de aire que te ayude a ventilar y a refrescar la casa. El efecto túnel que se produce sobre todo en las casas con pasillos acelera el movimiento del aire.
Baja las persianas y los toldos

Durante las horas de mayor exposición solar es importante mantener bajas las persianas y correr las cortinas, sobre todo si son cortinas gruesas o son cortinas térmicas. Además, también es recomendable (siempre que la previsión meteorológica no dé tormentas o vendavales), los toldos que tengamos en terrazas y ventanas para proteger la fachada de nuestra casa de los rayos del sol. Con estos toldos podemos conseguir que se reduzca la temperatura interior del edificio en 4 o 5ºC.
En caso de que no puedas bajar las persianas del todo porque teletrabajas en casa o porque tienes peques, puedes apostar por instalar láminas de protección solar. Estas láminas se colocan en la parte interior del cristal de las ventanas, y dejan pasar la luz, pero filtran la radiación ultravioleta y frenan la entrada del calor al reflejarlo de nuevo hacia el exterior.
Cocina y plancha a primera hora de la mañana, y desconecta los electrodomésticos que no uses

Evita durante las horas centrales del día actividades que meten calor en casa. Por eso, siempre que puedas, es mejor cocinar o planchar a primera hora de la mañana, cuando aún entra fresco por las ventanas. Además, es importante no encender el horno para evitar calentar en exceso la cocina, y evitar poner el lavavajillas, ya que al terminar de lavar, muchas puertas se abren solas y sale calor y vapor al exterior. Por otro lado, hay que apagar todos los electrodomésticos que no utilices, ya que emiten calor, por poco que sea.
Renueva los textiles
Cuando llega el verano lo mejor es cambiar los textiles que tenemos en casa. Complementos como las alfombras, las fundas de sofá o los edredones dan una imagen más pesada de casa y también contribuyen a generar calor. Por eso, en verano puedes guardar las alfombras para dejar el suelo desnudo, o al menos, poner alfombras más ligeras.
También puedes recoger cojines que den sensación de calor, como los de terciopelo o los de pelo. Para hacer esos cambios, puedes apostar por textiles más frescos y ligeros, como el lino o el algodón, usando colores claros para aportar un toque de frescor al ambiente.
Además, puedes rociar las cortinas con agua usando un espray, y cuando pase el aire entre ellas o cuando se muevan por el ventilador, sentirás una agradable sensación de frescor.
Riega las plantas por la noche

Ya sabemos que hay que regar las plantas en verano por la mañana a primera hora o por la noche. Pero además de para hidratarlas, regar las plantas de casa, y en particular, las del patio o las de jardín al caer la noche te ayudará a refrescar el ambiente y a generar un microclima.
Convierte tu ventilador en un refrigerador

Los ventiladores no enfrían el aire, pero sí que ayudan a moverlo y a sentir cierta sensación de frescor. Si quieres aumentar ese efecto, además de trucos como este para transformarlo en un aire acondicionado casero, puedes poner un recipiente con hielo y sal. Cuando el aire que impulse el ventilador pase por el cuenco con hielo, el aire se refrescará ligeramente.
Trucos para dormir por la noche

Cuando el calor aprieta en verano es complicado conciliar el sueño. Sobre todo, si estamos sufriendo una noche tropical. Para empezar, puedes usar ropa de cama de algodón o de lino, ya que estos materiales son más frescos que otros tejidos. Además, hay trucos para refrescar el ambiente, como el método japonés que consiste en meter las sábanas y la funda de la almohada en el congelador en una bolsa hermética durante 30 minutos, antes de ponerla en la cama de nuevo.
También funciona muy bien el método egipcio, un método que consiste en pulverizar agua fresca sobre las sábanas hasta que queden húmedas. Cuando el agua se evapore, la temperatura de la habitación disminuirá algunos grados.
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La noticia
Así puedes mantener la casa fresca en verano sin tener aire acondicionado: los trucos más efectivos para combatir las olas de calor
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Decoesfera
por
Nacho Viñau Ena
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