Los trabajadores de la Galería de las Colecciones Reales se manifiestan ante el temor a despidos
La Representación Sindical ha convocado una manifestación "por el mantenimiento del empleo" tras una nueva licitación pública de Patrimonio Nacional Nao Albet y Marcel Borràs abandonan a Tarantino y se analizan a sí mismos en un duelo irónico y descarnado La Galería de las Colecciones Reales abrió en 2023 como una de las apuestas más importantes de Patrimonio Nacional. Se consideraba el acontecimiento cultural y museístico más importante en España de la última década, con un espacio de 40.000 metros cuadrados destinado a exhibir cinco siglos de historia del arte del país a través de lo que coleccionaron sus reyes. Pero dos años después, sus trabajadores temen que más de 60 vayan a ser despedidos en lo que creen que responde a medidas por una “cuestión de recorte de personal” debido a la “falta de afluencia”. El problema viene provocado por un cambio en la forma de contratar a los empleados. Hace unas semanas, Patrimonio Nacional decidió unificar los servicios que hasta ahora se gestionaban por separado en la Galería de las Colecciones Reales. Tradicionalmente, los servicios de atención al visitante, auxiliares de sala, seguridad o mediación cultural contaban con su propio contrato público y condiciones específicas, pero ahora se han agrupado por primera vez varios de estos servicios en un único contrato, lo que ha generado preocupación en las plantillas afectadas. Entre ellas, las actualmente gestionadas por Integra, que se encarga del servicio de auxiliares de sala y tiene personal con discapacidad, y por ESATUR XXI, que se encarga del servicio de atención al visitante. El miedo de las plantillas radica en que con la nueva licitación habrá 130 subrogados en un único contrato, y ellos estiman, tras leer el pliego y consultarlo con abogados, que realmente solo hay trabajo para 64 de ellos. De estos 130 subrogados, hasta 80 personas tienen discapacidad, y se manifestaron a inicios de mes para expresar su temor ante lo que pueda ocurrir con la llegada de la nueva empresa. Además, este miércoles 25 de junio se manifestó parte de la plantilla del servicio de atención al visitante frente a la entrada principal de la Galería de las Colecciones Reales. Manifestación convocada por la Representación Sindical ESATUR XXI GCCRR Según informa a elDiario.es Sonia Molina, portavoz de Representación Sindical ESATUR XXI GCCRR, no hubo notificación oficial previa, e indica que el pliego se colgó un domingo, una práctica legal pero considerada “poco ortodoxa” por los afectados, que apenas tuvieron margen para presentar alegaciones antes de que expirase el plazo de reclamación al día siguiente. Patrimonio Nacional, por su parte, no entiende el miedo de estas plantillas y declara a este periódico que “cumple con todas sus obligaciones de subrogación y ha hecho una licitación pública en la que exige a la empresa que se presente que subrogue a todo el personal que está en la Galería”. Cambio en las exigencias del perfil de los trabajadores Además de la drástica reducción de puestos, el cambio implicaría, según comenta Sonia Molina, que estos trabajadores, que hasta ahora se regían por el convenio de discapacidad, deban cumplir exigencias ajenas a su perfil: conocimientos de idiomas, titulaciones académicas y conocimientos de lengua de signos, requisitos nunca solicitados en su contratación previa. Asimismo, pasarían a un convenio de “ocio y tiempo libre”, que es por el que se rigen los auxiliares de atención al visitante, y que consideran inapropiado para las funciones que desempeñan, lo que agrava su vulnerabilidad ante la nueva empresa adjudicataria. Por otro lado, tampoco se descarta la convocatoria de una huelga. No obstante, los servicios mínimos, que podrían fijarse en el 75% según apunta Sonia Molina, limitarían significativamente el impacto, por lo que no es una decisión que hayan tomado todavía. El calendario oficial establece que las empresa

La Representación Sindical ha convocado una manifestación "por el mantenimiento del empleo" tras una nueva licitación pública de Patrimonio Nacional
Nao Albet y Marcel Borràs abandonan a Tarantino y se analizan a sí mismos en un duelo irónico y descarnado
La Galería de las Colecciones Reales abrió en 2023 como una de las apuestas más importantes de Patrimonio Nacional. Se consideraba el acontecimiento cultural y museístico más importante en España de la última década, con un espacio de 40.000 metros cuadrados destinado a exhibir cinco siglos de historia del arte del país a través de lo que coleccionaron sus reyes. Pero dos años después, sus trabajadores temen que más de 60 vayan a ser despedidos en lo que creen que responde a medidas por una “cuestión de recorte de personal” debido a la “falta de afluencia”.
El problema viene provocado por un cambio en la forma de contratar a los empleados. Hace unas semanas, Patrimonio Nacional decidió unificar los servicios que hasta ahora se gestionaban por separado en la Galería de las Colecciones Reales. Tradicionalmente, los servicios de atención al visitante, auxiliares de sala, seguridad o mediación cultural contaban con su propio contrato público y condiciones específicas, pero ahora se han agrupado por primera vez varios de estos servicios en un único contrato, lo que ha generado preocupación en las plantillas afectadas. Entre ellas, las actualmente gestionadas por Integra, que se encarga del servicio de auxiliares de sala y tiene personal con discapacidad, y por ESATUR XXI, que se encarga del servicio de atención al visitante.
El miedo de las plantillas radica en que con la nueva licitación habrá 130 subrogados en un único contrato, y ellos estiman, tras leer el pliego y consultarlo con abogados, que realmente solo hay trabajo para 64 de ellos. De estos 130 subrogados, hasta 80 personas tienen discapacidad, y se manifestaron a inicios de mes para expresar su temor ante lo que pueda ocurrir con la llegada de la nueva empresa. Además, este miércoles 25 de junio se manifestó parte de la plantilla del servicio de atención al visitante frente a la entrada principal de la Galería de las Colecciones Reales.
Según informa a elDiario.es Sonia Molina, portavoz de Representación Sindical ESATUR XXI GCCRR, no hubo notificación oficial previa, e indica que el pliego se colgó un domingo, una práctica legal pero considerada “poco ortodoxa” por los afectados, que apenas tuvieron margen para presentar alegaciones antes de que expirase el plazo de reclamación al día siguiente.
Patrimonio Nacional, por su parte, no entiende el miedo de estas plantillas y declara a este periódico que “cumple con todas sus obligaciones de subrogación y ha hecho una licitación pública en la que exige a la empresa que se presente que subrogue a todo el personal que está en la Galería”.
Cambio en las exigencias del perfil de los trabajadores
Además de la drástica reducción de puestos, el cambio implicaría, según comenta Sonia Molina, que estos trabajadores, que hasta ahora se regían por el convenio de discapacidad, deban cumplir exigencias ajenas a su perfil: conocimientos de idiomas, titulaciones académicas y conocimientos de lengua de signos, requisitos nunca solicitados en su contratación previa. Asimismo, pasarían a un convenio de “ocio y tiempo libre”, que es por el que se rigen los auxiliares de atención al visitante, y que consideran inapropiado para las funciones que desempeñan, lo que agrava su vulnerabilidad ante la nueva empresa adjudicataria.
Por otro lado, tampoco se descarta la convocatoria de una huelga. No obstante, los servicios mínimos, que podrían fijarse en el 75% según apunta Sonia Molina, limitarían significativamente el impacto, por lo que no es una decisión que hayan tomado todavía. El calendario oficial establece que las empresas pueden presentar ofertas hasta el 7 de julio. Tras ello, la adjudicación se resolverá durante el verano y el nuevo contrato entraría en vigor el 1 de octubre de 2025. Los afectados entienden que esta decisión es por una “cuestión de recorte de personal”. Sofía Molina intuye que “igual el museo no está teniendo la afluencia que se pensaba que iba a tener” y que quizá “no lo visitan tantas personas como se había estimado originalmente”.
Más allá del conflicto laboral, la reducción de personal y la unificación de servicios bajo una sola empresa amenazan la operatividad de un edificio de gran envergadura como la Galería de las Colecciones Reales. Una plantilla reducida podría dificultar la cobertura de turnos, comprometer sus proyectos y mermar la calidad de la atención al público, en contradicción con la responsabilidad social y cultural que pretende garantizar Patrimonio Nacional.