#ZNCine – Ballerina, de Len Wiseman
Ballerina resulta ser un entretenido añadido a la saga John Wick, que sin embargo no logra alcanzar argumentalmente la calidad de sus predecesoras.



Dirección: Len Wiseman.
Guion: Shay Hatten y Derek Kolstad.
Música: Tyler Bates y Joel J. Richard.
Fotografía: Romain Lacourbas.
Reparto: Ana de Armas, Ian McShane, Anjelica Huston, Gabriel Byrne, Norman Reedus, Keanu Reeves, Catalina Sandino Moreno, Lance Reddick, Anne Parillaud, Abraham Popoola, David Castaneda, Sharon Duncan-Brewster, Robert Maaser y otros.
Duración: 125 minutos.
Productora: Thunder Road Pictures, Lionsgate, 87 Eleven Entertaiment y Summit Entertainment.
Nacionalidad: Estadounidense.
Dicen que una de las diferencias más marcadas entre la infancia y la adolescencia respecto de la vida adulta, es la percepción de cómo el tiempo pasa mucho más rápido cuando ya alcanzas cierta madurez. No se si esto es cierto para todo el mundo, pero desde luego lo es para mí, ya que me resulta cuanto menos llamativo que ya hayan pasado once años desde John Wick, la primera parte de una de las mejores sagas de acción de los últimos años que a mí personalmente me parece mucho más reciente y en la que ya vamos por su segundo spin off, Ballerina.
Disquisiciones temporales a parte, está claro que John Wick, la película con la que Keanu Reeves volvió al cine de blockbuster tras unos cuantos años en barbecho, fue un éxito indiscutible de público y crítica. Tan es así, que a día de hoy tenemos cuatro películas de la saga principal, una serie distribuida por Prime Video que narra los inicios del Continental de Nueva York y de Winston, su alma mater, y este 2025, Ballerina, película a la que dedicamos nuestra crítica de hoy.
Si en algo triunfó John Wick, además de obviamente en homenajear con mucho talento al cine de John Woo (del que su protagonista principal toma indudablemente su nombre), y en especial a películas del director cantonés como The Killer, fue en construir escenas de acción deliciosamente coreografiadas que apenas si dejan respiro al espectador, al tiempo que nos presentan a un protagonista cuyas habilidades de combate, si bien están muy por encima de las de cualquier ser humano, recibe golpes como el que más.
Y es que gracias a sagas como ésta, las últimas películas de James Bond, protagonizadas por Daniel Craig, o incluso al Daredevil de Charlie Cox, hoy en día el espectador gusta más de un héroe o antihéroe falible desde luego en el plano moral, pero también en el físico, con unas escenas de acción en las que, quienes se enfrentan a él no son meros esbirros sin talento alguno, llegando a desgastar físicamente la personaje hasta la extenuación o incluso a estar cerca en no pocas ocasiones de acabar con su vida.
Por si esto fuera poco, más allá de la trama de venganza y golpes, lo que realmente caracteriza a la saga de John Wick es sin duda todo el lore que ésta construye a través de la Alta Mesa, organización secreta de jurisdicción mundial que controla a todos los mercenarios del globo, las monedas con las que éstos pagan en las distintas delegaciones del hotel Continental o incluso se juran pactos de sangre, o incluso de sindicatos como el de Bowery King y sus mendigos que operan literalmente bajo todo aquello.
Con un éxito tan asentado entre el público y un lore que permite tanto la expansión de este mundo, estaba claro que, más allá de la mencionada El Continental de Prime Video, de hechura más barata y en opinión de este redactor un tanto fallida, el Universo John Wick volvería a los cines más pronto que tarde.
Ballerina, protagonizada por Ana de Armas, actriz hispano-cubana (que en esta película hace honor a su apellido, interpretando un papel de armas tomar) que conocimos en el Internado y que a día de hoy está más que asentada en Hollywood con películas como la presente, Blonde, Puñales por la Espalda o Blade Runner 2049 entre otras, narra la historia de Eve Macarro, joven cuyo padre es asesinado por una misteriosa mafia y que es reclutada por Winston para darle un futuro en la Ruska Roma, organización unida a la Alta Mesa que también adoptara y formara a John Wick.
Por supuesto, el asesinato del padre de la protagonista no es accidental ni baladí, como tampoco lo es el reclutamiento de Eve por parte de la Ruska Roma, organización que enseñará a la joven a focalizar su venganza en el combate sanguinario y en los encargos que le van llegando para forjar su futuro como mercenaria.
Será uno de estos últimos encargos el que le hará entrar en contacto con los asesinos de su padre y, saltándose todas las reglas impuestas por la Alta Mesa y la Ruska Roma, lanzarse sin apenas pistas ni un plan preconcebido hacia la consecución de su ansiada vendetta particular.
En ese sentido, el argumento que, por supuesto nos recuerda a cualquiera de las cuatro películas de la saga que preceden a la presente, con la venganza como leit motiv y motor de la trama; solo que en este caso podemos echar un vistazo a cómo es la formación de un mercenario entrenado por la Ruska Roma y que jura fidelidad a la Alta Mesa.
El problema es que, en apenas dos horas vivimos tanto el entrenamiento de la protagonista, como sus primeros encargos, como su rebeldía ante la Ruska Roma y la Alta Mesa hasta la batalla final, lo que se siente un tanto atropellado y apresurado respecto de otras películas de la saga que fluyen mucho mejor con tramas más centradas en las que se trata de abarcar menos. Da la sensación de que Shay Hatten, guionista de la cinta, quiere trasladar a Ballerina todo lo ya visto en las cuatro películas precedentes de John Wick a una sola y en eso, la película hace aguas.
Otro aspecto en el que sin duda la película yerra estrepitosamente desde el punto de vista argumental es en el papel que juega Keanu Reeves al final de la película, del cual sin ánimo de hacer spoilers (y a pesar de que los anunciamos al comienzo de texto) baste decir que convierte el empoderamiento femenino de la protagonista en una broma de mal gusto.
En cuanto a la dirección Len Wiseman hace un papel muy cumplidor, en el que claramente se fija en el estilo asentado por las películas anteriores, con esas escenas de acción trepidantes que quitan el hipo, lo cual es decir mucho viniendo de un director cuyo currículum previo (la saga Underworld, el remake de Desafío Total) no es que augurara muy buenos resultados.
En lo relativo al reparto, no solo de Ana de Armas y de Keanu Reeves se sirve Ballerina, contando también con el inevitable cameo del genial Ian McShane (Deadwood, Los Pilares de la Tierra, Piratas del Caribe 4) como Winston o con el papel de Anjelica Huston (La Familia Addams) como líder de la Ruska Roma.
Gabriel Byrne (el Hombre de la Máscara de Hierro, Sospechosos Habituales) hace las veces de villano de la función, mientras que el popular Norman Reedus (The Walking Dead), actor a partir del cual está diseñado el protagonista del videojuego Death Stranding, encarna a un interesante personaje secundario que logra encaminar la película hacia su nudo y posterior desenlace.
Romain Lacurbas es el encargado del apartado visual de la película. Con experiencia previa en películas como Colombiana (que podemos considerar hasta cierto punto como una precursora de John Wick al igual que lo fue Atómica) Ballerina tiene una fotografía muy deudora de lo visto en las películas previas de la saga (lógico, puesto que la productora busca que el espectador no pierda nunca el anclaje del spin off con la saga madre) pero que en este aspecto, si se me permite el atrevimiento, considero que es más personalista e innovadora que lo visto anteriormente en la saga John Wick.
Finalmente, la banda sonora, llevada a cabo por Tyler Bates (300, Watchmen, Guardianes de la Galaxia) y por Joel J. Richard (responsable de las anteriores películas de la saga John Wick) sin ser memorable es exactamente lo que tiene que ser: Un acompañamiento brutal para una película en la que la acción y el ritmo rápido con un argumento en el que ocurren cosas a cada paso es sin duda la marca de la casa.
Con todo ello en mente, podemos decir que Ballerina, sin estar desde luego a la altura de John Wick, pero tampoco siendo tan decepcionante como El Continental, es un entretenido añadido a la popular saga de acción al que, para ser perfecto le ha faltado un argumento menos apresurado, y un menor peso de Keanu Reeves como alma mater de la franquicia.