Kaijin Fugeki-Kindled Spirits, de Oh!great
Dibujo salido de otro mundo y narrativa tan retorcida como la de los Dioses. Oh!great ha vuelto con Kaijin Fugeki para pegarnos a sus páginas plagadas de detalles e impresionarnos con una plétora de personajes más atractivos de lo que puede parecer a priori solo por su diseño. Si una sinopsis del estilo: batallas contra desastres naturales producidos por seres místicos descontrolados a base de putiasos invocados mediante la danza, te atrae, quédate.



Edición original: Kaijin Fugeki (灰仭巫覡) (Kodansha, 2024)
Edición nacional/España: Kaijin Fugeki-Kindled Spirits (Pika Ediciones, 2025)
Guion: Oh!great
Dibujo: Oh!great
Traducción: Daruma Ediciones
Género: Fantasía / Acción
Formato: Rústica B6. 192 páginas. 9,50€
Ni Kaijins ni Reyes, solo Man-ga
¡En algún lugar debajo de aquí está enterrada mi madre!
Hermanas, hermanos, inus y nekos. Congratulaos pues el messiah ha vuelto. El hacedor de historias surrealistas, con tanta dosis de tecnología como erotismo. Un autor que perfora en la psique humana llevándonos a todos a un estado de juventud eterna donde con molar y ser libres, uno alcanza los cielos. Oh!great ha vuelto, y ahora, que tiemblen los Dioses.
Obras pasadas de este autor ya dejaban patente las musas de las que extrae toda su esencia mangaka. Con el primer gran éxito Del Cielo al Infierno, Oh!great entraba en el terreno de las batallas con una inyección extra de epinefrina. Y para reforzar la taquicardia, una buena dosis de fan service de su época como autor de hentai para que el cuerpo marine y no pierda ritmo frenético. Luego saltamos a cotas estratosféricas con Air Gear, donde las batallas dieron un paso más con la tecnología de los Air Treck, patines autopropulsados que tanto te saltaban 33m como partían un portaviones por la mitad. Pasando a una inédita en España, Biorg Trinity, estudiantes que se pueden fusionar con todo a través de los agujeros de su mano, intentan encontrar su lugar en este mundo, hueco y hostil. Y para finalizar se lanzó a adaptar la enrevesada y admirada a partes iguales Bakemonogatari, la cual a través de posesiones anómalas y un adolescente medio vampiro promedio desgrana la esencia monstruosamente humana que tiene el escritor, el dibujante y el lector en todo momento.
Ahora, su obra presente coge todo lo anterior, lo compacta, y le añade estudiantes que luchan mediante invocaciones de kaijis que hacen bailando enfrentándose a desastres naturales formados por los Dioses. Todo para formar una obra ígnea como la kyawthuita. Rara, extremadamente rara, pero de una belleza superior.
No les voy a engañar. El argumento es raro y retorcido como solo a este autor se le puede dar por dibujar. Un país nipón de las maravillas futurista donde han cambiado a las Alicia por Alisa (referencia para los fans de Tekken). Que son dos chavales que se han quedado huérfanos por culpa de estos seres llamados “Noches”, uno de forma más directa que el otro, y que por obra y gracia del espectromagnetismo tienen la capacidad de hacerle frente a estos seres. Siempre con la inestimable ayuda techo-espiritual de los seres extraterrenales quienes pondrán los medios para aplicar la estepa. Ayuda que viene de la forma de las artes más tradicionales como son: el baile ya mentado, el canto, la música y las marciales. Un manual de cómo la tradición y el depurado de estas artes virtuosas son capaces de poner a merced a seres místicos.
Tiene mucho de Air Gear y Biorg Trinity, pues comparten la dupla de protagonistas masculinos que se expresan tanto por la amistad como por la rivalidad, y que el porvenir de los acontecimientos ha unido en un equipo de habilidades bizarramente épicas. También en esas inclusiones científicas, de las que hacer palanca para saltar a la ficción con el doble de fuerza. Y eso que en este primer tomo se ha contenido, y ha hecho que tome más peso el folclore y los mitos, de los cuales saca una fuerza fatua para la epicidad de la obra.
El arte de este autor destaca por encima de todos los aspectos. El nivel de detalle es atómico, la cantidad de elementos en las viñetas y lo que goza este hombre al hacer splash pages para que el movimiento orbital no se detenga es una locura. Todo con elementos que combinan la temática tradicional de los kaijis (monstruos japoneses) con una modernidad tecnológica. Así que ver una amalgama de ranas gigantes haciendo una peineta y que con una katana electrónica cercenen una inundación en forma de yokai gigantesco no se vea nada extraño. Más bien conduce a ello todo lo visto antes y la mezcla de humanos en un mundo futurista luchando contra dioses haga que te esperes esta mezcla. Un poco Warhammer 40.000 ahora que lo pienso, pero el lugar de epicidad macho machota, tenemos japonesadas muy japonesas.
Por muy fuertes que luzcan los protagonistas Jin y Gao, apuesto a que las chicas Natsu y Fuyu serán las más relevantes para la trama. Pasó con Ringo, con Maya y pasó con Kisshot. Porque el peso de las personajes femeninas en sus obras siempre se ve opacado por la belleza, erotismo o rareza de los mismos (chicas modificadas genéticamente, que pueden cambiar de estatura o vampiras ultrapoderosas), y ahora que nos presentan a una media humana medio ser fantástico en forma de chicas bicéfalas, intuyo que volverá por los mismos derroteros. Máxime porque Natsu (verano en japonés), comparte color de pelo y forma de ser con Gao, y Fuyu (invierno) lo hace con Jin.
Algo parecido ocurre con la madre de Gao a la que tanto aluden. Una mujer valerosa y recta a la par que temperamental y peligrosa. Son personajes fantásticos con una carga terrenal absoluta, como los seres sobrenaturales contra los que luchan y que parece que nazcan de la ciencia más experimental.
Para los que estamos acostumbrados a la pluma de Oh!great y sus historias acordes a su pseudónimo sigue siendo una travesía sorprendente, perseguimos encantados a este conejo blanco a cuanta madriguera tenga. Para los recién llegados, leed el tomo dos también. Con solo esta presentación de personajes y estilo de batalla no se puede tener una imagen completa de lo que versa la obra. Más aún cuando el humor empleado es el estilo pervertido básico que no ayuda a bajar la ceja de la sospecha. Pero si el arte deja una impresión positiva en el lector como sé que lo hace, ahondad ahora en su significado, en el misticismo y en las relaciones entre personajes.
Lo dicho, acérquense sin miedo, déjense sorprender. Vuelvan al pasado y conéctenle el futuro.