La Guerra de los Doce Días… o más bien de los Cien Años

A la Guerra de los Doce Días, el reciente conflicto bélico entre Israel e Irán, le ha puesto nombre Donald Trump, juez y parte, bombero pirómano, pirómano bomberoUn Triángulo Tóxico que puede mutar a Cuadrilátero, o a Pentágono, o a… La Guerra de los Cien Años pasa por ser uno de los conflictos bélicos más largos de la historia. Fue un conflicto intermitente entre Inglaterra y Francia, en la Baja Edad Media, y duró en realidad 116 años largos: desde el 24 de mayo de 1337 al 19 de octubre de 1453. Se le puso el nombre mucho tiempo después, en el siglo XIX. A la Guerra de los Doce Días, un conflicto bélico intenso y concentrado entre Israel e Irán, del 13 de junio al 24 de junio pasados, le ha puesto nombre Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, juez y parte, bombero y después pirómano, pirómano y después bombero. Le ha puesto nombre en directo, justo al anunciar que finalizaba el conflicto. Si es que el conflicto ha finalizado, que está por ver: no parece que se haya cumplido el objetivo de los agresores iniciales, Israel y Estados Unidos, de cortar de raíz la carrera iraní de fabricar su arsenal atómico, y mucho menos con el confesado por Trump de acabar con el régimen de los ayatolás. Al llamarle Guerra de los Doce Días al conflicto, probablemente Trump haya querido evocar la Guerra de los Seis Días, en la que Israel se impuso en junio de 1967 a una coalición árabe formada por Egipto, Siria, Jordania e Irak. Lo hizo Israel por el expeditivo método de disparar primero y luego preguntar, de desencadenar un ataque preventivo contra los árabes porque sospechaba que iba a ser atacada por ellos. Tras su victoria, Israel ocupó la Franja de Gaza y la Península del Sinaí, hasta entonces de Egipto; Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este; hasta entonces de Jordania; y los Altos de Golán, hasta entonces de Siria. En la Primera Guerra Árabe-israelí, en 1947, también logró la victoria Israel, entonces recién creado como estado, y también la aprovechó para anexionar territorios, en aquel entonces algunos que no estaban previstos en el Plan de las Naciones Unidas para la partición de Palestina. Para esta, para Palestina, en aquel conflicto y en el desatinado Plan de Naciones Unidas comenzó la denominada Nakba, que en árabe es la catástrofe, el desastre. Primera Guerra Árabe-israelí, Guerra de los Seis Días, Guerra de los Doce Días y otros conflictos bélicos en la zona, con similares contendientes, suman ya una que podríamos llamar Guerra de los 78 Años, guerra intermitente pero con un continuo de Nakba, de catástrofe y de desastre con muchos indicios de que corre riesgo de ser una nueva Guerra de los Cien Años.

Jun 25, 2025 - 22:55
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La Guerra de los Doce Días… o más bien de los Cien Años

La Guerra de los Doce Días… o más bien de los Cien Años

A la Guerra de los Doce Días, el reciente conflicto bélico entre Israel e Irán, le ha puesto nombre Donald Trump, juez y parte, bombero pirómano, pirómano bombero

Un Triángulo Tóxico que puede mutar a Cuadrilátero, o a Pentágono, o a…

La Guerra de los Cien Años pasa por ser uno de los conflictos bélicos más largos de la historia. Fue un conflicto intermitente entre Inglaterra y Francia, en la Baja Edad Media, y duró en realidad 116 años largos: desde el 24 de mayo de 1337 al 19 de octubre de 1453. Se le puso el nombre mucho tiempo después, en el siglo XIX.

A la Guerra de los Doce Días, un conflicto bélico intenso y concentrado entre Israel e Irán, del 13 de junio al 24 de junio pasados, le ha puesto nombre Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, juez y parte, bombero y después pirómano, pirómano y después bombero. Le ha puesto nombre en directo, justo al anunciar que finalizaba el conflicto. Si es que el conflicto ha finalizado, que está por ver: no parece que se haya cumplido el objetivo de los agresores iniciales, Israel y Estados Unidos, de cortar de raíz la carrera iraní de fabricar su arsenal atómico, y mucho menos con el confesado por Trump de acabar con el régimen de los ayatolás.

Al llamarle Guerra de los Doce Días al conflicto, probablemente Trump haya querido evocar la Guerra de los Seis Días, en la que Israel se impuso en junio de 1967 a una coalición árabe formada por Egipto, Siria, Jordania e Irak. Lo hizo Israel por el expeditivo método de disparar primero y luego preguntar, de desencadenar un ataque preventivo contra los árabes porque sospechaba que iba a ser atacada por ellos. Tras su victoria, Israel ocupó la Franja de Gaza y la Península del Sinaí, hasta entonces de Egipto; Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este; hasta entonces de Jordania; y los Altos de Golán, hasta entonces de Siria.

En la Primera Guerra Árabe-israelí, en 1947, también logró la victoria Israel, entonces recién creado como estado, y también la aprovechó para anexionar territorios, en aquel entonces algunos que no estaban previstos en el Plan de las Naciones Unidas para la partición de Palestina. Para esta, para Palestina, en aquel conflicto y en el desatinado Plan de Naciones Unidas comenzó la denominada Nakba, que en árabe es la catástrofe, el desastre.

Primera Guerra Árabe-israelí, Guerra de los Seis Días, Guerra de los Doce Días y otros conflictos bélicos en la zona, con similares contendientes, suman ya una que podríamos llamar Guerra de los 78 Años, guerra intermitente pero con un continuo de Nakba, de catástrofe y de desastre con muchos indicios de que corre riesgo de ser una nueva Guerra de los Cien Años.

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