Les dijeron que "plantasen pingüinos" por querer hacer vino a 1.000 metros de altitud. Ahora tienen la bodega más famosa de Guadalajara

Puede que el apodo de 'Siberia' esté más que merecido cuando se habla de regiones frías y despobladas. En España, este particular triángulo de las Bermudas del despoblamiento rural y las bajas temperaturas aparece en el arco que el norte de las provincias de Cuenca y Guadalajara marcan junto al noreste de Segovia, sur de Zaragoza y las provincias de Teruel y Soria. Será en Guadalajara donde comienza la historia de Finca Río Negro, una bodega que ha conseguido triunfar con sus vinos de altura, enfrentándose contra viento, mareas, ventiscas, heladas y agoreros para, desde 1998, haberse posicionado como la bodega más importante de la provincia. Todo en esta aventura comienza en Cogolludo, un pueblo repleto de historia y que, en tiempos, era un epicentro vitivinícola. "La filoxera llegó aquí tarde, pero llegó", explica Víctor Fuentes, director comercial de esta pequeña bodega familiar que encabeza su padre Fernando, pero que inició su abuelo José Manuel. Teníamos claro que había que "empezar poquito a poco", cuenta sobre una aventura vitivinícola que, para lo bueno y para lo malo, no tiene reflejos. "Siempre hemos dicho que somos una bodega que no tiene espejos en los que mirarse", cuenta Fuentes y no le falta razón. Un viñedo apto para pingüinos Con una finca que ronda los 1.000 metros de altitud, en una zona en la que hay más de 40 días de temperaturas bajo cero al año, sin competencia ni competidores. Ni, incluso, bodegas o viñedos que compartan características de suelo o de clima. "No tenemos a nadie que haga vino en 55 kilómetros a la redonda", explica. Fernando Fuentes, gerente; José Manuel Fuentes, fundador y presidente; y Víctor Fuentes, director comercial. Así se entiende, entre otras cosas, la unicidad de una bodega que ha conseguido ya la calificación de Vino de Pago, una adscripción que concede la Unión Europea para bodegas que tienen realmente suelos y clima prácticamente únicos. Sin embargo, aunque esta reivindicación es un acicate para los Fuentes, la realidad es que defienden más su propio nombre que el hecho del vino de pago. Por eso, entre otras cosas, solo utilizan uva de su viñedo, enteramente ecológico, y que se recolecta a mano. Y, por eso también, decidieron llamar al enólogo Xavier Ausàs, con más de dos décadas de experiencia como director técnico de Vega Sicilia. Edificio de la bodega Finca Río Negro. De hecho, se da un pequeño chiste antes del advenimiento de Ausàs como asesor. "Hace 30 años habíamos llamado a un par de asesores de Valdepeñas para que nos aconsejaran sobre cómo empezar en la finca", ilustra Víctor Fuentes. Finca Río Negro 2020. PVP en Bodeboca — 18,25 € El Corte Inglés — 18,70 € * Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión "Llegaron un día que hacía 22 grados bajo cero. Uno nos dijo que, si queríamos invitarle a algo, le invitásemos a un Vega Sicilia; el otro dijo que, si queríamos plantar algo aquí, plantásemos pingüinos", comenta entre risas Fuentes, que lleva más de una década en la labor comercial de la empresa. Xavier Ausàs: "Lo bueno es que está solo; lo malo es que está solo" La llegada de Ausàs, honesta, es la de alguien que no viene solo a firmar proyectos para que el vino sea un 'hijo de'. El propio Ausàs lo corrobora. "Cuando me llaman [allá por 2017], doy una vuelta y les explico que hay que organizar la viña y tener claro que solo se puede elaborar lo mejor si lo mejor viene del terreno", indica. En ese momento, además, Ausàs no llega solo ni con un carácter mesiánico. Recomienda a los Fuentes que alguien ponga en orden aquello. Ese 'alguien' es Manuel del Rincón. Él se encarga de adaptar la uva, de ofrecer podas más largas, de tener cuidado con los racimos en segunda floración y evitar que se desequilibre la planta, y de formar vaso en los viñedos, dentro de las espalderas, para que se busque la sombra. "Yo creí que se habían olvidado de mi", cuenta Ausàs tras ese primer trabajo de Del Rincón, pero le vuelven a llamar. "Vuelvo y veo potencialidad", sintetiza y, de forma sincera, resuelve lo que allí se encuentra: "Lo bueno es que está solo; lo malo es que está solo". Se refiere así a la falta de antecedentes de lo que puede ser capaz el viñedo de Finca Río Negro que, sin embargo, comparte ese gen de lugar alto y frío, muy mesetario. Una especie de Ribera del Duero más magnificada en sus extremos. "Son suelos menos calcáreos que imprimen mucho carácter", aclara cuando ya se hace cargo de la dirección técnica, compartida con su hijo –también Xavier Ausàs–. Es la vendimia de 2022 y tienen clara la columna vertebral de Finca Río Negro. Carácter de Ribera 2.0: frío, altitud y clima extremo Un blanco, con una gewürztraminer, es la puerta de entrada a sus tintos donde la

Jun 25, 2025 - 05:50
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Les dijeron que "plantasen pingüinos" por querer hacer vino a 1.000 metros de altitud. Ahora tienen la bodega más famosa de Guadalajara

Les dijeron que "plantasen pingüinos" por querer hacer vino a 1.000 metros de altitud. Ahora tienen la bodega más famosa de Guadalajara

Puede que el apodo de 'Siberia' esté más que merecido cuando se habla de regiones frías y despobladas. En España, este particular triángulo de las Bermudas del despoblamiento rural y las bajas temperaturas aparece en el arco que el norte de las provincias de Cuenca y Guadalajara marcan junto al noreste de Segovia, sur de Zaragoza y las provincias de Teruel y Soria.

Será en Guadalajara donde comienza la historia de Finca Río Negro, una bodega que ha conseguido triunfar con sus vinos de altura, enfrentándose contra viento, mareas, ventiscas, heladas y agoreros para, desde 1998, haberse posicionado como la bodega más importante de la provincia.

Todo en esta aventura comienza en Cogolludo, un pueblo repleto de historia y que, en tiempos, era un epicentro vitivinícola. "La filoxera llegó aquí tarde, pero llegó", explica Víctor Fuentes, director comercial de esta pequeña bodega familiar que encabeza su padre Fernando, pero que inició su abuelo José Manuel.

Teníamos claro que había que "empezar poquito a poco", cuenta sobre una aventura vitivinícola que, para lo bueno y para lo malo, no tiene reflejos. "Siempre hemos dicho que somos una bodega que no tiene espejos en los que mirarse", cuenta Fuentes y no le falta razón.

Un viñedo apto para pingüinos

Con una finca que ronda los 1.000 metros de altitud, en una zona en la que hay más de 40 días de temperaturas bajo cero al año, sin competencia ni competidores. Ni, incluso, bodegas o viñedos que compartan características de suelo o de clima. "No tenemos a nadie que haga vino en 55 kilómetros a la redonda", explica.

Fernando Fuentes Gerente Jose Manuel Fuentes Fundador Y Presidente Y Victor Fuentes Director Comercial Fernando Fuentes, gerente; José Manuel Fuentes, fundador y presidente; y Víctor Fuentes, director comercial.

Así se entiende, entre otras cosas, la unicidad de una bodega que ha conseguido ya la calificación de Vino de Pago, una adscripción que concede la Unión Europea para bodegas que tienen realmente suelos y clima prácticamente únicos.

Sin embargo, aunque esta reivindicación es un acicate para los Fuentes, la realidad es que defienden más su propio nombre que el hecho del vino de pago. Por eso, entre otras cosas, solo utilizan uva de su viñedo, enteramente ecológico, y que se recolecta a mano. Y, por eso también, decidieron llamar al enólogo Xavier Ausàs, con más de dos décadas de experiencia como director técnico de Vega Sicilia.

Finca Rio Negro 3 Edificio de la bodega Finca Río Negro.

De hecho, se da un pequeño chiste antes del advenimiento de Ausàs como asesor. "Hace 30 años habíamos llamado a un par de asesores de Valdepeñas para que nos aconsejaran sobre cómo empezar en la finca", ilustra Víctor Fuentes.

"Llegaron un día que hacía 22 grados bajo cero. Uno nos dijo que, si queríamos invitarle a algo, le invitásemos a un Vega Sicilia; el otro dijo que, si queríamos plantar algo aquí, plantásemos pingüinos", comenta entre risas Fuentes, que lleva más de una década en la labor comercial de la empresa.

Xavier Ausàs: "Lo bueno es que está solo; lo malo es que está solo"

La llegada de Ausàs, honesta, es la de alguien que no viene solo a firmar proyectos para que el vino sea un 'hijo de'. El propio Ausàs lo corrobora. "Cuando me llaman [allá por 2017], doy una vuelta y les explico que hay que organizar la viña y tener claro que solo se puede elaborar lo mejor si lo mejor viene del terreno", indica.

Bodega Finca Rio Negro Vinedos 1

En ese momento, además, Ausàs no llega solo ni con un carácter mesiánico. Recomienda a los Fuentes que alguien ponga en orden aquello. Ese 'alguien' es Manuel del Rincón. Él se encarga de adaptar la uva, de ofrecer podas más largas, de tener cuidado con los racimos en segunda floración y evitar que se desequilibre la planta, y de formar vaso en los viñedos, dentro de las espalderas, para que se busque la sombra.

"Yo creí que se habían olvidado de mi", cuenta Ausàs tras ese primer trabajo de Del Rincón, pero le vuelven a llamar. "Vuelvo y veo potencialidad", sintetiza y, de forma sincera, resuelve lo que allí se encuentra: "Lo bueno es que está solo; lo malo es que está solo".

Foto Entrada Finca Rio Negro Guadalajara 1

Se refiere así a la falta de antecedentes de lo que puede ser capaz el viñedo de Finca Río Negro que, sin embargo, comparte ese gen de lugar alto y frío, muy mesetario. Una especie de Ribera del Duero más magnificada en sus extremos.

"Son suelos menos calcáreos que imprimen mucho carácter", aclara cuando ya se hace cargo de la dirección técnica, compartida con su hijo –también Xavier Ausàs–. Es la vendimia de 2022 y tienen clara la columna vertebral de Finca Río Negro.

Carácter de Ribera 2.0: frío, altitud y clima extremo

Un blanco, con una gewürztraminer, es la puerta de entrada a sus tintos donde la enseña es Finca Río Negro, un ensamblaje de tempranillo, syrah y merlot. Aquí, además, tienen claro que casi se puede hablar de un territorio anexo, en cierto modo, a Ribera del Duero que, por características, se asimila aunque esté a 100 kilómetros de distancia.

Bodega Finca Rio Negro Vinedos Y Entorno 8 Copia Bodega y viñedos de Finca Río Negro.

"Buscamos esa potencia, pero no excesiva, por eso lo consideramos un vino más universal", indica Víctor Fuentes sobre la referencia más habitual de su oferta de vinos. Aparte de eso, Finca Río Negro tiene otro par de tesoros como son 5º Año y Cerro El Lobo, vinos más elevados y de los que hacen menos botellas aunque, en general, la bodega no se caracteriza por una producción masiva, pues juntando etiquetas no superan las 100.000 botellas, sacando cerca de la mitad de Finca Río Negro.

Finca Río Negro Gewürztraminer 2023.

Una historia de éxito que consolida a la bodega como la gran referencia de una provincia que no tiene un bagaje vitivinícola potente y que consolida a Finca Río Negro, si no como la única de su estilo en Guadalajara, sí como la más renombrada y popularizada, tanto en hostelería como en lineales.

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La noticia Les dijeron que "plantasen pingüinos" por querer hacer vino a 1.000 metros de altitud. Ahora tienen la bodega más famosa de Guadalajara fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Jaime de las Heras .