«Puede que…». Trabajo en un aeropuerto y esto es lo que te puede pasar si pones una cinta en tu maleta

¿Pones cintas o lazos a tu maleta? La advertencia que deberías conocer antes de tu próximo vuelo En los aeropuertos del mundo, es común ver a los pasajeros marcando sus maletas con lazos, cintas o etiquetas coloridas para reconocerlas fácilmente en la cinta transportadora. Esta práctica, pensada para evitar confusiones al recoger el equipaje, podría ... Leer más

Jun 15, 2025 - 19:10
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«Puede que…». Trabajo en un aeropuerto y esto es lo que te puede pasar si pones una cinta en tu maleta

¿Pones cintas o lazos a tu maleta? La advertencia que deberías conocer antes de tu próximo vuelo


En los aeropuertos del mundo, es común ver a los pasajeros marcando sus maletas con lazos, cintas o etiquetas coloridas para reconocerlas fácilmente en la cinta transportadora. Esta práctica, pensada para evitar confusiones al recoger el equipaje, podría estar generando más problemas de los que soluciona.

La alerta llega desde el aeropuerto de Dublín, donde un trabajador llamado John ha compartido una advertencia que ha hecho reflexionar a muchos viajeros frecuentes. Según explica, estos adornos externos pueden interferir con los escáneres de seguridad, ralentizando los procesos, provocando inspecciones manuales y, en casos extremos, impidiendo que la maleta embarque en el vuelo correspondiente.

¿Por qué puede ser un problema adornar la maleta?

Colocar una cinta o un lazo en el asa de la maleta parece una idea práctica para identificarla fácilmente, pero puede modificar su perfil externo y generar confusión en los sistemas automatizados de inspección. Los escáneres están diseñados para analizar la forma y densidad del equipaje tal como fue fabricado. Cuando se le añade un elemento colgante o adherido, el escáner puede interpretar esta alteración como una anomalía, lo que desencadena una revisión manual.

Este proceso de revisión no solo retrasa el procesamiento de la maleta, sino que también aumenta el riesgo de que no llegue a embarcar. Si el control manual no se realiza a tiempo, la maleta puede quedarse atrás y llegar en un vuelo posterior, generando molestias e inconvenientes al pasajero.

No solo cintas: las etiquetas mal colocadas también son un obstáculo

Los problemas no se limitan a elementos decorativos. Las etiquetas adhesivas también pueden afectar la lectura automática. Si están arrugadas, mal posicionadas o deterioradas, pueden impedir que los lectores ópticos reconozcan correctamente el código de barras, forzando una intervención manual.

Esto ocurre especialmente con los sistemas automatizados de clasificación y carga, que dependen de una lectura rápida y precisa para enviar cada maleta al avión correcto. Cualquier fallo en este proceso puede suponer retrasos, pérdidas o desvíos del equipaje.

Por eso, el consejo de John es claro: evitar cualquier accesorio externo que modifique la forma original de la maleta. Lo ideal es presentarla en el aeropuerto limpia, sin añadidos, para facilitar un escaneo eficaz y sin contratiempos.

¿Cómo identificar la maleta sin correr riesgos?

Aunque eliminar los adornos externos parece contradictorio con el deseo de distinguir el equipaje del resto, existen alternativas más seguras para marcarlo sin interferir con los sistemas de seguridad:

  • Colocar una etiqueta con los datos personales en el interior de la maleta, visible al abrirla.
  • Elegir maletas de colores llamativos o diseños poco comunes que permitan identificarlas fácilmente sin necesidad de accesorios externos.
  • Usar pequeños detalles discretos que no sobresalgan del contorno del equipaje, como una funda con diseño o un llavero de perfil bajo.
  • Aprovechar las apps de las aerolíneas, que permiten seguir el estado del equipaje en tiempo real y saber cuándo llega a la cinta transportadora.

Y, sobre todo, mantener la atención en la zona de recogida de equipaje y estar presente cuando aparezca la maleta, es la manera más eficaz de evitar confusiones con el equipaje ajeno.

Maletas de mano: nuevas medidas y unificación en Europa

Además de los consejos sobre el equipaje facturado, las maletas de mano siguen siendo motivo de debate y confusión entre los pasajeros. Aunque la Ley de Navegación Aérea en España indica que el equipaje de cabina debe estar incluido en el precio del billete, no establece límites de tamaño o peso, lo que deja la puerta abierta a interpretaciones por parte de cada aerolínea.

Actualmente, las medidas recomendadas por la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) para el equipaje de mano son de 55 cm de alto, 35 cm de ancho y 20 cm de profundidad. En cuanto al peso, no hay un consenso, aunque la mayoría de aerolíneas low cost permiten hasta ocho kilos.

Este vacío normativo ha llevado a situaciones dispares: mientras algunas compañías incluyen la maleta de cabina en el precio, otras cobran un suplemento por subirla a bordo, generando costes adicionales y descontento entre los viajeros.

Hacia una normativa común europea

Ante esta falta de uniformidad, el Parlamento Europeo ha dado un paso adelante. Recientemente votó a favor de unificar las medidas del equipaje de mano y establecer su gratuidad en todas las aerolíneas de bajo coste que operan en Europa. Esta medida busca garantizar transparencia, igualdad y comodidad para los pasajeros.

Sin embargo, esta decisión aún necesita ser ratificada por el Consejo Europeo. Una vez aprobada, se fijará la fecha de entrada en vigor de esta nueva normativa, que supondrá un cambio significativo para millones de viajeros que cada año vuelan dentro del espacio europeo.

En resumen: viajar con inteligencia también implica preparar bien el equipaje

Ya sea con una maleta de cabina o facturada, la clave para evitar retrasos y molestias está en los pequeños detalles. Evitar elementos decorativos que interfieran con los escáneres, elegir maletas de diseño reconocible y estar informados sobre las medidas y normativas, puede marcar la diferencia entre una experiencia de vuelo tranquila y un problema inesperado.

La advertencia de un trabajador aeroportuario como John nos recuerda que, en plena era de los viajes rápidos, lo sencillo y lo práctico suelen ser también lo más seguro.