Definir a Morante es el mayor desafío, porque está por encima de catecismos, de lo bueno o de lo malo. Él es el toreo , y cuando se ve una obra como la que hizo al grandioso toro de Garcigrande, se sale como si se estuviera flotando, y cualquier palabra constriñe lo visto en el ruedo. No puede explicarse lo que se ha vivido en La Glorieta. Pero vamos a intentarlo: Recibió con una tijerilla de rodillas al de Garcigrande . Ante la tardanza del toro en repetir, improvisó con chicuelinas y verónicas extraordinarias. Más aún lo fue el quite por cordobinas, toreando con una belleza sin igual. Indescriptible la borrachera de toreo que hubo después: comenzó de rodillas en...
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